Una enorme mezquita se construirá en la parte superior de la tumba del profeta
Ezequiel, mientras que las inscripciones en hebreo y los adornos están siendo
removidos del sitio, todo ello como parte de las “renovaciones”. El Prof. Shmuel More, de la Universidad Hebrea de Jerusalem, ganador del Premio Israel en 1999 y presidente de la Asociación de académicos judíos de Irak, confirmó el informe.
Por siglos, judíos, cristianos y musulmanes llegaron a Al-Kifl, un pequeño
pueblo al sur de Bagdad, para visitar la tumba del profeta Ezequiel y orar. Los
caracteres distintivo de los judíos del santuario l, es decir, las
inscripciones en hebreo y el grabado del Arca de la Torá, permanecieron por
siempre allí. En el siglo 14 un minarete se construyó junto al lugar sagrado, pero el diseño interior siguió siendo judío.
La gran mayoría de la comunidad judía de Irak dejó el país hace unos 60 años. En 1947, con la partición de Palestina se promulgaron diversas leyes para controlar las actividades de los judíos y sus vidas, las que tuvieron como modelo las leyes de Núremberg de la Alemania nazi.
En marzo de 1950, el Parlamento aprobó la ordenanza para la cancelación de la
nacionalidad iraquí, que les permitía abandonar el país bajo la condición de
renunciar a su ciudadanía, que significó el éxodo de los judíos de Irak. En
marzo de 1951, el Parlamento iraquí promulgó una ley privando a todos los judíos de su ciudadanía y confiscando sus bienes.
En todo este tiempo los chiítas cuidaron el lugar sagrado y lo mantuvieron sin
cambios. Informes afirman que el edificio debe ser destruido a causa de su mal estado.
Sin embargo, Alfassa considera que “los islamistas han presionado, para limpiar
todas las pruebas de una conexión judía con Irak, un país donde los judíos
habían vivido durante más de mil años antes del advenimiento del Islam”.
Muchos de los musulmanes que visitan la tumba hoy no son conscientes de que
Ezequiel era judío.
Irak es rico en lugares de culto judíos. No sólo Ezequiel está enterrado allí,
sino también Esdras, Daniel, Nehemías, Najúm y Jonás. Otra tumba atribuida a
Ezequiel se encuentra en Dezful, en el suroeste de Irán.
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