A un año y medio del operativo israelí antiterrorista, Plomo Fundido; a 23 años de la aparición del Hamas en Gaza, el sobrevivir se ha transformado en la estratégia básica de la organización. Resistir con su ideología, supervivir a los pedidos de unidad con la Autoridad Nacional Palestina y en especial supervivir a la confrontación con Israel. Solo que la supervivencia y el congelamiento, como lo sabe Israel, tiene su precio. Todo líder terrorista en Gaza sabe que su poder se nutre del odio a Israel y cuya expresión son los actos terroristas. Pero cuando el espacio es estrecho y las necesidades grandes, no alcanza con la nutrición ideológica y ello se ve en los problemas cotidianos.
Por el momento la única mercadería que la organización logra brindarle a su sufrida población es precisamente su falta de dispocisión para negociar con Israel su sueño de un estado palestino en toda Palestina liberada y la extorsión a través del caso Shalit.
El que preste debida atención a los mensajes que provienen de Gaza se convencerá que en cada momento parece que el Hamas volviera a arrojar misiles sobre Israel, aún más que antes. Sin embargo, por detrás de los mensajes, esta el instinto de supervivencia o por lo menos la esperanza que se puede estar mejor preparado.
El Hamas tiene hoy dos objetivos. El primero es seguir controlando Gaza, ser oposición a Abu Mazen e incluso expandirse a Judea y Samaria. El segundo objetivo es mantener cierta belicosidad frente a Israel. La revolución palestina es importante para el Hamas pero hasta entonces hay que ocuparse por la calidad de vida de la población.
El Hamas tiene su interés en mantener en pie la industria central en Gaza : el contrabando por los túneles ahora afectados por la certera decisión egipcia de fijar un muro de hierro. Todo producto que entra a Gaza de contrabando, desde azucar hasta un plasma, los contabandistas que hacen pingues negocios, deben pagarle impuestos al Hamas.
Según la doctrina guerrillera moderna ideada por Mao Tse Tung, la guerra contra un rival más fuerte debe hacerse en etapas.
La primera etapa es organizar la supervivencia y según el Hamas eso se logró luego de la acción israelí en Gaza.
La segunda etapa es la construcción de una considerable fuerza que pueda enfrentar ( equilibrio estratégico, según Mao ) a Israel. El Hamas considera que si Israel entra nuevamente a la Franja de Gaza, lo pagaría muy caro. Entretanto, luego de Plomo Fundido, mal que le pese a sus detractores, hay una calma relativa en la frontera. Según datos de Tzahal, en todo el 2009 se dispararon 300 misiles Kassam sobre las poblaciones israelíes que rodean Gaza .. Parece mucho pero muy poco comparado con los 1750 que se dispararon en el 2008, teniendo en cuenta que hubo una guerra
El comando sur israelí vigila muy de cerca lo que sucede en Gaza. La disuasión israelí, funciona bien.. Desde Plomo Fundido hay un cese del fuego casi no vulnerado por el Hamas por temor a represalias. Mientras Arafat vivía, Hamas se encargaba de quebrar los acuerdos.
La mayoría de los misiles que han caído en Israel en el 2009 han sido en zonas descampadas. Sin embargo no hay optimismo respecto a un futuro a mediano plazo.
El general, Yoav Glant, a cargo del comando sur, ve nubes de guerra en el horizonte. Para él el silencio del Hamas tiene que ver con haber aprendido las lecciones de la operación Plomo Fundido. Es que en lo táctico, capacidad personal, el Hamas fracasó frente al ejército israelí. Comparado con el Hizbollah en la segunda guerra de el Líbano, el Hamas no ha logrado mostrar a los medios la imagen de un tanque ardiendo, un helicoptero cayendo o un misil impactando de lleno en una casa. Ahora se preparan para eso. Hace dos años la construcción de túneles era solo el comienzo del camino. La localización de un túnel que permita hasta la introducción de un vehículo de gran porte muestra cuanto el Hamas se ha sofisticado en su contrabando de armas. Según Israel el Hamas ya tiene misiles que llegan a 80 km, es decir a Tel Aviv y además cuenta con armas antitanque iraníes.
El logro más significativo que ha tenido el Hamas desde hace un año y medio es en el plano político y comunicacional. El informe Goldstone que beneficia al Hamas sienta en el banquillo de los acusados a Israel por defenderse del terror y profundiza la soledad del estado hebreo. Las acusaciones contra Barak y Livni son el pan de cada día de las organizaciones propalestinas que actuan en Europa, justamente en una guerra en la que Israel se cuidó más que otras respecto al impacto sobre la población civil palestina. No siempre tuvo éxito. Sin embargo el Hamas continua operando con cinismo y exponiendo a los palestinos como rehenes. Hay 900 mezquitas en Gaza y según la inteligencia israelí, en 700 de ellas hay bunquers subterráneos, depositos y centros de comando. El grave incidente con la "autodenominada flotilla de la libertad " es otro ejemplo de sus estrategias comunicacionales .
Ante una nueva eventual represalia israelí el Hamas concentrará a miles de civiles en las mezquitas como verdaderos rehenes humanos. El trauma del informe Goldstone inhibiría a Israel de un ataque a las "mezquitas bunquer ". Este sistema ya dio resultados en Plomo Fundido cuando Israel se abstuvo de bombardear la sede del comando central en Gaza ubicada en los subsuelos del hospital Shifa. Antes de la retirada unilateral israelí de Gaza ( 2005) el Hamas solo poseía misiles que podían llegar hasta 17 km y proyectiles de mortero de alcance limitado. Tácticamente el Hamas buscaba acciones acciones terroristas contra civiles.
Ya en el 2010 el alcance de los misiles del Hamas llega al centro del país amenazando no solo a la población civil sino a instalaciones militares. Irán, la amenaza más grave que enfrenta Israel, ha logrado equipar hasta 10.000 combatientes del Hamas, hombres y mujeres muy bien pertrechados. Claro que no se trata de un problema existencial pero cuando el centro del país puede ser blanco desde tres diferentes frentes, el tema da para no desentenderse.
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