En los últimos tiempos, el régimen iraní con su ideología anti-israelí, ha estado acercándose cada vez más a América Latina. Primero, la pública amistad del presidente venezolano Hugo Chávez con Mahmud Ahmadineyad, luego con el buen trato demostrado por el gobierno boliviano, exagerada cantidad de diplomáticos en Nicaragua y Ecuador y por último el cordial recibimiento de Lula Da Silva, presidente de Brasil hacia el mandatario iraní.
La preocupación de las principales entidades judías de Argentina y de toda Latinoamérica por la incersión de Irán,no es exagerada.
Hace semanas, un e-mail ha estado circulando en la red y pese a que un correo electrónico no es para preocuparse, sumado a todo lo anteriormente mencionado remarca la realidad actual. “Hermanos de la comunidad islámica de Argentina atienden el llamado a la Yihad Latinoamericana, soliciten la creación de Hezbollah Argentina (…) De resultar posible la creación de Hezbollah Argentina, se fortalecerá el proceso de revolución islámica en América, se extenderá la idea de la lucha contra el imperialismo y el sionismo desde territorio americano, surgirá un nuevo frente de defensa de los territorios conquistados por el Islam, también la defensa de los pueblos musulmanes como Líbano, Palestina e Irán (…) Todo el mundo sabe que en el planeta no existe pueblo mas usurero y explotador que el pueblo judío, este pueblo que hoy nos denuncia a nosotros ante en Comité Internacional contra el terrorismo, sepan los judíos que nosotros Hezbollah Latino América nos extenderemos por todos los países y pueblos de nuestro continente, que la lucha contra el Islam es también contra nosotros, que Hezbollah Líbano es en enemigo que ustedes tienen en el oriente y Hezbollah América Latina el enemigo vuestro en occidente, así no quedara rincón en esta planeta donde no les combatamos con todas nuestras fuerzas. Hoy será Hezbollah Argentina ya mañana será Chile y así en toda América”, marca este e-mail firmado por Allahu Abbar.
A raíz de la gran preocupación que existe de la constante y permanente penetración iraní en la región hablamos con especialistas en la materia quienes nos informaron sobre los posibles riesgos de esta inserción y los principales puntos a tener en cuenta.
En primer lugar, Carlos Escudé, quien actualmente se desempeña como Investigador Principal del CONICET y Director del Centro de Estudios Internacionales y de Educación para la Globalización (CEIEG), nos introdujo en el tema resumiendo cómo se fue dando la inmigración árabe a la Argentina: “Recibimos una primera oleada de inmigración árabe que era principalmente cristiana y también había un componente significativo de musulmanes. Ésta se integró perfectamente a la sociedad argentina, tuvieron su éxito en su integración comercial y eventualmente en su integración social y política. Ese tipo de inmigración no produjo ningún tipo de trastornos. Posteriormente comenzó hacia la década del 60 una segunda oleada, en este caso principalmente musulmana, y ésta fue completamente diferente, porque no se integró, mantuvo la lengua árabe en su casa, en las transacciones comerciales entre ellos y desarrolló una vida comunitaria muy intensa en torno a instituciones que frecuentemente eran religiosas. Cuando se produce la invasión de Israel al sur de El Líbano surgen aún más contingentes de árabes musulmanes que se retiraron de su país en virtud del conflicto. Este flujo de gente ya era constitutivamente enemiga de Israel porque ellos creen que se vieron obligados a irse de su país debido a la ocupación israelí del sur de El Líbano. Entonces empezamos a recibir a un tipo de árabe completamente diferente del anterior, un tipo de inmigrante musulmán que era constitutivamente enemigo de Israel y por consiguiente que iba a cobijar los prejuicios antijudíos más extremos, y que además tendía a comportarse de una manera diferente a lo que fue la primera oleada de inmigración árabe manteniendo comunidades compactas y no integradas”.
Escudé nos remarcó que una parte importante de esta inmigración “se estableció en la Triple Frontera”. De acuerdo a estudios recientes “en esta zona la población árabe-musulmana es de 11 mil habitantes de los cuales el 90% son libaneses. Se supone también que una buena cantidad se mudó y se estableció no se sabe dónde cuando pasaron a estar bajo la lupa después del atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos”.
Agustín Romero, periodista, ensayista, columnista de Clarín, experto en relaciones internacionales ,remarcó que según los informes de las fuentes de seguridad extranjeras que “en América Latina, y es la máxima preocupación que se tiene, existiría el financiamiento a ésta organización (Hezbollah)”. Pese a asegurar que la presencia de militantes o miembros habría disminuido en los últimos años, recalcó que “lo que hoy más preocupa es el financiamiento y la vinculación que podría haber entre el financiamiento y el narcotráfico. Esa me parece que es la arista nueva que hoy preocupa y se está investigando, no tanto la de las células, que eso estaría hoy como en un segundo plano, pero lo que más preocupa es el tema del financiamiento”. A su vez, aclaró que “fundamentalmente estas organizaciones son privadas, son narcotraficantes privados, y los lugares principales son Colombia, Bolivia y Venezuela, ahí es dónde estarían radicados los principales focos de preocupación”.
Alfredo Neuburger, director del departamento político de DAIA, aseguró que la institución tiene “una especial preocupación por la creciente presencia e influencia iraní en la región. Todos sabemos de la estrechísima relación que hay entre el gobierno de Irán y Hezbollah, en cuanto al apoyo logístico, económico, es una especie de apéndice de Irán en El Líbano y en otras cuestiones como claramente ha quedado demostrado en la causa AMIA donde actuó en coordinación con Irán en la ejecución del atentado. Entonces, tenemos esta preocupación de la creciente presencia, de la creciente actividad en la región. La preocupación concreta existe, la presencia concreta en la región existe, y esta expansión de la influencia iraní en la región tiene directa relación con esta preocupación”.
Haciendo un análisis más profundo de la llegada de la influencia iraní en nuestro país, Neuburger hizo hincapié en la actividad en la Triple Frontera: “Sabemos que en la zona ha habido en los últimos años recaudación y envío de apoyo económico a Hezbollah por parte de sectores de la comunidad islámica de esa zona, y no sólo en la zona de Triple Frontera, sino también en otros lugares de la región”.
Agustín Romero remarcó que hace un tiempo atrás “un alto líder de Hezbollah reconoció públicamente que desde Argentina le enviaban fondos. Creo que el financiamiento hoy es lo más preocupante y esto fue reconocido públicamente en el 2006, cuando fue el enfrentamiento entre Israel y Hezbollah, y cuando se le consultaba a los líderes de está organización de dónde venían sus fuentes dijeron de todas partes del mundo, y les preguntaron particularmente del caso de Argentina y le dijeron que también”.
Carlos Escudé también citó algunos informes de la mayor seriedad los cuales demuestran que “hay amplia evidencia que hay varios grupos terroristas islamistas establecidos en la región y cuando menos hacen recaudación de fondos para las organizaciones que representan en el Medio Oriente. También reclutan a gente y podrían, inclusive, tramar atentados terroristas desde la región”.
Cabe recordar que durante los conflictos armados que tuvo Israel en 2006 y 2009, algunas manifestaciones en contra que se realizaron en nuestro país mostraron, entre otras, banderas de Hezbollah y Hamas, entre las organizaciones de izquierda.
“Yo creo que son manifestaciones que no tienen un fuerte arraigo en la Argentina - remarcó Romero -. Creo que lo hacen como un ejemplo de respaldo, no a Hezbollah, sino a la lucha contra Israel. Entonces, en este caso el antagonismo era estar a favor de Hezbollah y salieron con esas banderas. Cuando fue el enfrentamiento en Gaza, aparecieron banderas del Hamas. Esas banderas aparecen no para apoyar a estos grupos, porque muy poca gente sabe realmente lo que es Hezbollah, sino que lo hacen para manifestar su posición contra Israel”, opinó .
Neuburger no concuerda con Romero y aclaró que las banderas “les fueron entregadas”, ya que puntualizó que ve poco probable que estos grupos manden a hacer banderas de Hezbollah. “No tenemos dudas que quienes les entregaron estas banderas para exhibirlas tienen absolutamente claro quién es Hezbollah, y porqué querían enarbolar estas banderas y reivindicar a Hezbollah”.
“No considero que sea grande la cantidad de manifestantes o de gente que apoya a Hezbollah. No me da esa sensación, y tampoco distintas fuentes no le dan mucha importancia a la cantidad. Lo que me preocuparía más es con la penetración que está teniendo Irán y lo que esto podría implicar en el apoyo a estos pequeños grupos. Eso por un lado, por el otro la poca cantidad no es un tema menor, porque para proyectar un atentado, abro un caso hipotético, solo se necesitan pequeños grupos”, destacó Romero.
Neuburger aclaró que “hay preocupación en la región, en algún aspecto fronterizo y no descartamos que existan actividades vinculadas a esta organización terrorista en el país. Esta creciente presencia en la región a través de acuerdos políticos, económicos y culturales es un motivo de preocupación”.
Por último, Carlos Escudé analizó la actualidad de Hezbollah en la región: “La información parece indicar que muchos al ser constitutivamente enemigos de Israel miran con buenos ojos a estas organizaciones. Pueden no ser terroristas, pero están dispuestos a cobijar a un terrorista o a no denunciar a la persona que cobija a un terrorista. De todas formas, no solamente Hezbollah está instalado en la región, sino que el informe de la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos basado en inteligencia de fuente abierta, sino que también están presentes Hamas, hay una presencia chica de Al Qaeda, y también de grupos egipcios como el grupo islámico y la Jihad islámica”.
Además remarcó que “la diplomacia activa de la embajada de Venezuela promovió la penetración de organizaciones piqueteras argentinas por células del Hezbollah”.
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