Desde que llegue al puesto de aspirante Nº1 peso welter junior en el mundo, mi
siguiente partido de box sera por un titulo de campeonato contra el ganador del
titulo mundial del la pelea entre Andrea Kotelnik y Amir Khan.
La gente piensa que los partidos de box son acerca de fuerza fisica. Pero mi
viaje me ha enseñado que la fuerza principal llega desde la espiritualidad.
Volverme un campeon mundial de boxeo fue mi sueño desde que yo era joven.
Despues de mudarnos a Brooklyn desde Ucrania en 1991, el aislamiento de la
experiencia de inmigrante me llevo a buscar un club de boxeo aunque yo tenia
solo 13 años de edad. Mientras la mayoria de los chicos judios americanos
estaban estudiando para su Bar Mitzvah, yo estaba soñando con volverme boxeador.
Cuando yo tenia 14 años, mi madre se enfermo de cáncer. Durante una visita a la
habitacion de mi madre en el hospital, conocí a un hombre jasídico que estaba
visitando a su propia esposa. Una amistad se formó y el me puso en contacto con
el Rabbi Zalman Liberow de Jabad de Flatbush. Rabbi Liberow me alento a aceptar
gradualmente más rituales del judaísmo y yo crecí para amar las tradiciones de
mis ancestros. Comencé a rezar todos los dias y comer comida kasher.
Mientras tanto, mi carrera de boxeo estaba progresando. Cuando tuve 17 años fue
tiempo de competir en el torneo de boxeo amateur del NYC Golden Gloves. Yo
llegué a las finales que fueron en un viernes por la noche. Para ese momento yo
había aprendido que el viernes a la noche era Shabat , y me sentia
culpable de pelear, pero decidi pelear de todas formas. Yo estaba excitado
acerca de la oportunidad de ganar el torneo y tener una oferta lucrativa.
Desafortunadamente, no debía ser y perdi.
Pense en abandonar, obtener un empleo regular y olvidarme de mi sueño de
volverme campeón mundial. Unos pocos meses después del Golden Gloves, yo fue
elegido para competir en el Campeonato Amateur de los EE.UU llevado a cabo en
Mississippi. Me entrené diligentemente y fui con mi Rabino para pedirle una bendicion para ganar.
El Rabbi Lieberow me dijo que yo podria tener impacto como un modelo positivo a seguir,
pero el me recordó que yo debia observar el Shabat.
Decidí tomar ese compromiso y dar el próximo paso en mi observancia
religiosa de no luchar en Shabat. Esta fue una encrucijada en mi vida. Yo
trabaje duro y puse mi fe en las manos de Di-s, decidi que Di-s gobierna el
mundo y mi testimonio de eso como judío era observar el Shabat.
En Mississippi, se me dijo que las finales eran en Shabat y yo seria
descalificado si no peleaba. Como yo no estaba favorecido para llegar a las
finales, no me preocupe por eso. Pero despues de marcar dos victorias, llegué a
las finales. Estaba completamente listo para ser descalificado, pero
afortunadamente los organizadores del torneo decidieron cambiar el partido para
que yo pudiera participar.
Esta vez gané el torneo y me convertí en el Campeon Nacional Americano.
También entre al Golden Gloves nuevamente al año siguiente. Llegué a las finales
en el Madison Square Garden. Esta vez las finales fueron llevadas a cabo un
jueves y gané el torneo. Poco después me volví profesional y tengo ahora reunido
un record de 30-0.
Mirando hacia atrás los últimos 10 años, reconozco que la dirección que tuve
de mi rabino me dio una fuerza central que yo llevo tanto dentro como fuera del
ring. Ahora dedicó mi vida no solo a ganar partidos de box sino a enseñar a
los chicos como comprometerse en un un boxeo no competitivo para que ellos
puedan estar en buena forma física y ganar confianza en ellos mismos.
El box es un juego mental tanto como uno físico. Mi historia de inmigrante, la
enfermedad de mi madre y mi dedicación al Shabat, son todos una parte de mi
fuerza y una razón fundamental para mi éxito como boxeador. Miro hacia
adelante y mi lucha por el titulo- no importa lo que pase- no
será el viernes por la noche. Esa lucha yo ya la he ganado.
(x) Traducción al español : Blog OSA-Córdoba
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