Elul
Fue a comienzos del mes de Elul, que Moisés efectuó su segundo ascenso a la cima del Monte Sinaí. Esto sucedió después que el líder judío rogó al Todopoderoso dar a los hebreos una segunda oportunidad, luego que los mismos pecaron adorando al Becerro de Oro.
Su segunda ascensión fue, por consiguiente, para completar el perdón otorgado por Dios. Es en rememoración de ese acontecimiento que, en la época del año en que Moisés volvió a subir la falda del Monte Sinaí (principio del mes de Elul), que se resuena el Shofar, para recordar a los judíos que nunca jamás repitan aquel vergonzoso incidente de idolatría.
Los Rabinos se atienen a la tradición de que esta costumbre data de aquella época, del éxodo por el desierto, y que en aquel entonces, el shofar era tocado diariamente, para mantener al pueblo de Israel vigilante en el cumplimiento de sus deberes morales, como se lee en la “Taná de Ben Eliahu”.
También los hijos de Israel, durante este período oran por la clemencia del Creador, y preservan la costumbre de soplar diariamente el shofar en estos días (excepto los Sábados), para recordar que están ante una nueva oportunidad de perdón divino (o sea, Iom Kipur).
La idea subyacente es que el sonido del shofar mantiene al pueblo despierto y alerta, en el cumplimiento de sus responsabilidades. Algunos autores encuentran explicitada esta idea en el Libro del Profeta Amós (III-6): “¿Será tocado el shofar en la ciudad y no temblará la Nación?”.
Eran esos días de ayuno y penitencia, y en tales momentos usualmente se tocaba el shofar.
La tradición ha persistido hasta hoy, y probablemente data, en verdad, desde los días en que los judíos salieron de Egipto y se internaron en el Sinaí para recibir la Torá.
Víspera y Rosh Hashaná
¿Por qué se omite tocar el shofar en el día que antecede a Rosh Hashaná?
Dos razones son las que responden generalmente a esta inquietud. Una se debe a que es necesario trazar una distinción entre los toques de shofar que se efectúan durante todo el mes, y el toque de shofar correspondiente a Rosh Hashaná.
Ambos tienen motivos diferentes: El shofar de Rosh Hashaná se refiere a la comunicación entre el Todopoderoso y Su pueblo.
En cambio, el shofar que resuena durante todo el mes de Elul, nos recuerda la inminencia del período de juicio, que es Iamim Noraim (los días tenebrosos), comienzan en Rosh Hashaná y culminan en Iom Kipur.
Los místicos tienen una segunda respuesta: dicen que la interrupción es para confundir a Satanás, para hacerle creer que el período de enjuiciamiento ya terminó, de modo que cese de formular ante el Creador del mundo sus acusaciones, contra cada uno de los judíos.
Iom Kipur
En Iom Kipur, al finalizar, resuena un solo toque de shofar alargado (“tekía guedolá”), que simboliza, según la tradición, el anuncio que hará el heraldo cuando llegue el Mesías.
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