Hizbollah, Hamas, La Hermandad Musulmana, el Movimiento Islámico, todos estos factores asociados al terror y al islamismo político quedan debilitados por los sucesos en Irán. La propia prensa árabe ha titulado la revuelta como la Intifada iraní. ¿Curioso, no ?. Ya empiezan a escucharse en el mundo árabe voces que dicen que los aliados políticos de Irán, en el exterior, son las primeras víctimas de la alianza con los persas. Estos hechos, aunque no lleven a la caída del regimen de los ayatollas, golpean la capacidad iraní para exportar la revolución. Un blogger palestino escribió algo muy acertado : "El lema el Islam es la solución cayó para siempre. En Irán, los partidarios de Musavi ya hablan del lema el islam como algo verdadero. ¿ Quién dice la verdad y quién miente ? ¿ Cómo puede la religión ser igual a la política ? ".
La revuelta en Irán no se expandirá al mundo árabe. Irán es musulmán, no árabe; Irán no es sunnita, como la mayoría de los árabes, sino chiita y el regimen de los ayatollas es mucho más rígido que cualquier gobierno conservador árabe.
La corriente política islamista en el mundo árabe se debilita por los sucesos en Irán. Irán es la vivida prueba que el Islam político no ha logrado erigir un estado floreciente y próspero sino un estado que devolvió al país hacia el pasado. Muchos árabes quieren democracia, desarrollo, florecimiento económico bajo gobiernos árabes equilibrados.
El mundo árabe, en su mayoría, apoya a Musavi y no a Ahmadinejhad. Egipto en primer lugar. Todo aquel que sigue de cerca las expresiones del líder iraní sabe que se trata de un extremista, un maníaco delirante. El presidente iraní cree en la llegada del Mahdi, el imán número 12, desaparecido, que de acuerdo a la fe chiita, su develación implicaría el fin de la historia.
Ya cuando llegó al poder en el 2005 declaró que iba a ser lo posible para acelerar la llegada del Mahdi. En 2008 dijo que este ya guiaba sus pasos y en 2009 dijo que para apresurar su llegada los palestinos tenían que unirse contra Israel.
Estas y otras expresiones místicas no pasaron desapercibidas para los clérigos opositores, a los que no les gusta mezclar religión con política.
Viendo lo que ha sucedido en Irán, en una amplia perspectiva, a 30 años de la revolución khomeinista se puede decir, al igual que en otras tantas revoluciones en el mundo ( como la cubana ) , esta ha comenzado su declive. Los reformistas son los que han encendido la chispa para llevar al país por un rumbo chiita pero normal...
Por ello es posible ver lo que pasa en Irán como una lucha interna entre islamistas mesiánicos e islamístas pragmáticos que quieren una vida de fe basada en algo más racional. Con el tiempo veremos por quien doblan las campanas.
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