Der Sturmer ("El atacante") era un semanario nazi publicado por Julius Streicher desde 1923 hasta el final de la guerra en 1945, que se caracterizaba por ser fanáticamente antisemita. Fue un elemento importante en la propagación de la doctrina nazi.
A diferencia del Volkischer Beobachter ("El Observador del Pueblo"), órgano oficial del partido nazi que tenía pretensiones de ser un periódico serio, Der Sturmer publicaba caricaturas groseras antisemitas, y artículos obscenos y pornográficos contra los judíos. Sus caricaturas mostraban judíos codiciosos y avaros, con cuerpos deformes y narices ganchudas, que mataban niños para utilizar su sangre.
Uno pensaría que esas épocas ya pasaron, y quien hoy quiera atacar y denigrar a los judíos debería hacerlo en forma más sutil. Pero no es así. Der Sturmer continúa siendo publicado en diversos países, claro que con otros nombres. En España, por ejemplo, se llama "El País".
En su página web( www.elpais.com/vineta/? ) "El País" publica una caricatura en el más puro estilo de Der Sturmer: un judío de nariz ganchuda, ropa negra, kipá en la cabeza, admitiendo que es enemigo de la humanidad y haciendo alarde de su dinero.
La caricatura antisemita de El País no es un hecho aislado. El País denomina capital de Israel a Tel Aviv, no por ignorancia sino en forma deliberada, para negar los vínculos judíos con Jerusalén. Sus corresponsales, Juan Miguel Muñoz desde Israel, y Maruja Torres desde Beirut, escriben artículos con ribetes antisemitas, tendenciosos y falsificadores de la realidad. Su columnista Mario Vargas Llosa, quien nunca escribió una sola palabra de crítica contra Yasser Arafat, no ahorra adjetivos cuando se trata de insultar a los gobernantes de Israel.
Ya no estamos en la época nazi cuando protestar contra el antisemitismo de Der Sturmer significaba ser enviado por la Gestapo a un campo de concentración. Hoy podemos, debemos, protestar contra el antisemitismo y el prejuicio.
Si alguien desea expresar a los directores de El País que su antisemitismo es repugnante sugiero que escriban una carta a cartasdirector@elpais.es pidiendo que retiren de inmediato la despreciable caricatura de Romeu de su página Web, que no vuelvan a publicar caricaturas que fomentan odio y prejuicio, y que pidan disculpas tanto en su versión impresa como en la electrónica.
Respecto a Julius Streicher, fue juzgado en Nuremberg por crímenes contra la humanidad por su papel en incitar a los alemanes a exterminar a los judíos. Fue declarado culpable y murió en la horca.
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