A veces resulta difícil contestar a un artículo, especialmente cuando aquel que lo escribe es alguien que se destaca por su inteligencia y talento.
Si se tratara de un D’Elia, un Akel o un Mohsen Ali, a quienes no se los puede sacar de sus consignas y su libreto, la respuesta saldría por si sola.
Pero acá se trata de Horacio Fontova, alguien que siempre brilló por su ingenio y su actitud contestataria. Y para mi es difícil responder a su artículo, sobre todo, porque a pesar de lo que escribe, lo sigo admirando.
“Negro”, y ante todo te pido perdón por la confianza, tomalo como que viene de un viejo admirador, vos te preguntás quienes somos los israelíes, y sin embargo en tu mismo artículo ponés la respuesta a tu pregunta.
Somos los que volvimos (no usurpamos) a la tierra en la que hace miles de años habitaron nuestros antepasados.
Somos los que resurgimos de las cenizas y nos rehusamos a convertirnos en cenizas (valga la redundancia).
Somos los que hace mas de cien años comenzamos un sueño imposible: reconstruir una tierra abandonada ¡¡¡Y LO LOGRAMOS!!!
Somos los que hace casi 61 años, contra viento y marea y contra siete ejércitos agresores, declaramos la Independencia… Y triunfamos en esa guerra, como triunfamos en el 56, en el 67, en el 73, en el 2006 (aunque Hizbollah diga lo contrario) y en el 2009 (mal que le pese a Hamas).
Pero claro, para vos eso es historia, como también es historia el judío que bailaba la tijera, ese que vos añorás. Y como ese judío ya es historia, te duele.
Claro, es más fácil simpatizar con el pobrecito judío indefenso, que con aquél que se defiende. Y ¡Oh casualidad! Eso es lo que hicimos en cada oportunidad en que fuimos atacados ¡¡¡DEFENDERNOS!!! Y fijate que expansionistas somos, que, si bien tras cada guerra se conquistó territorios, cuando hubo posibilidad de firmar la paz, esos territorios se devolvieron.
Te referís a la operación Plomo Fundido, y quisiera creer que estás muy mal informado. Durante ocho años los misiles de los terroristas cayeron sobre el sur de Israel. Pero no hubo reacción de nuestra parte, salvo retirarnos de Gaza en el 2005… Para que los misiles siguieran cayendo. Hasta que por fin dijimos ¡Basta! Y atacamos en Gaza. Y acá, perdoname “Negro”, te niego el derecho a opinar, no por autoritarismo, sino porque yo sé lo que es la angustia de correr con tu esposa en medio de la noche al refugio, porque de Gaza viene un misil, yo se lo que es ver a mi compañera llamar desesperada por el celular a nuestra hija para saber si ella y nuestras nietas están bien, yo se lo que es que se te ponga la piel de gallina cuando escuchas la explosión y te preguntás “¿Dónde habrá caído?”. Y así vivimos un millón de israelíes durante ocho años.
Que nuestros fundadores y algunos de nuestros gobernantes no nacieron en este suelo, puede que tengas razón, pero eso es anecdótico. Además ya son varias las generaciones de israelíes nativos que con su sangre se ganaron el derecho a este pedacito del mundo.
Para terminar, vos haces referencia al Rey David. Sabés, yo creo que si se está revolviendo bajo tierra es por el ansia de salir y comandar orgullosamente a las fuerzas del Israel renacido.
Otra vez te pido perdón “Negro”, pero te agradeceré que pienses un poco y te informes mejor.
A pesar de tu error, te sigo admirando. Un abrazo
Israel Winicki
Israel
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