No hace falta ser muy ductil para darse cuenta que en forma rápida, y cada vez más visible, comienza a agigantarse la brecha ideológica que divide y separa a los judíos argentinos. Estas divisiones no alimentan el pluralismo o la diversidad, como demagógicamente ciertos intelectuales judíos intentan presentarlo, sino que son una muestra más de un desgarro generalizado del pueblo judío en el mundo ( inclusive en Israel ) fruto de las dificultades del judío en insertarse en el mundo post-moderno y post-sionista. Veamos dos ejemplos visibles que al momento no tienen solución:
1) Hace largos meses que hay discusiones en la AMIA respecto al entierro o no en sus cementerios de personas que hace años fueron convertidas al judaísmo en la Argentina sin reconocimiento de esas conversiones por parte del rabinato de Israel.
Kever Israel es un precepto importantísimo pero si la persona a enterrar no es judía, o no esta reconocida como tal por todas las corrientes, tenemos un problema sin solución a la vista. En Israel sucede algo similar con muchos olim de Rusia que fallecieron pero que halájicamente no son judíos. Allí el tema se resuelve con entierros en cementerios "civiles ".
2) Hace un tiempo circuló un e-mail criticando el accionar de una entidad ortodoxa que no prestó su consentimiento a una boda exogámica a cambio de una donación económica. En el país del revés, la institución fue criticada por hacer las cosas bien; es decir cuidar la Halajá, ley judía y plataforma común para el entendimiento de los judíos. El tema iba más allá de como se interpretaba la Halajá porque en esta ceremonia asimilatoria y desjudaizante lo que quedaba en claro es la existencia de judíos que quieren vivir en la anomia judía ( falta de normas ). Como nunca, queda claro en este hecho ,que se multiplica en el pueblo judío,que si alguna vez más allá de nuestras diferencias consideramos que no esta bien para la continuidad judía que un judío se case con un gentil, hoy esto también ha sido cuestionado lo que indica que no se trata de "diversidad ", como ligeramente se dice, sino de un agujero en el bote de la continuidad judía. Entiendase bien : si un judío quiere casarse con un no judío le asiste su derecho y libre albedrío como persona pero lo que no puede pedir es que esta práctica sea avalada por el judaísmo normativo. Hasta los cambios tienen límite.
Por ello, si queremos salvar la unidad de los judíos argentinos, ya no como comunidad o congregación, debemos establecer una identidad judía consensuada sobre los siguientes valores ( son sólo algunos de los 613 que nos caracterizan como pueblo )
a) La creencia en Di-s : Es la base del judaísmo. Abraham el patriarca decidió ser hebreo al abrazar esta idea. Desde entonces el fenómeno nos acompaña. Es cierto que un judío puede ser judío sin creer en Di-s y ejemplos sobran en la historia. De hecho el Talmud dice : Israel ( un judío) aunque transgreda es judío. El Talmud considera que siempre hay tiempo para el retorno. Esta creencia monoteísta es vital para nuestra identidad y lo ha sido así a lo largo de toda la historia.
b) Observancia de preceptos : No hay ningún judío en el mundo que cumpla los 613 preceptos con sus infinitos detalles legales; así como no hay judío en el mundo, que aún sin saberlo, no deje de cumplir muchos de ellos aunque por ignorancia el cree que lo hace en nombre del humanismo laico. El judaísmo nunca fue normativo en esencia. Es más, cuando algunos decidieron escribir dogmas, fueron rechazados. El judaísmo siempre fue, es y será, una forma de vida basada no en la fe abstracta sino en acciones (mitzvot) concretas. Con creces, la sociedad actual nos muestra que los judíos que dejan los preceptos de lado, al poco tiempo su descendencia deja el judaísmo.Lo que los enajena del judaísmo no es el rechazo a la idea del Creador sino la falta de acciones concretas que manifiesten día a día, Shabat tras Shabat, Pesaj tras Pesaj, su identidad.
c) Pueblo de Israel : Somos un sólo pueblo disperso por el mundo. Con matices, gamas,colores pero con muchos aspectos en común. Justamente uno de los errores, que personalmente pude comprobar en mi reciente viaje a Israel,es que el sistema educativo israelí pone más énfasis en el israelísmo que el judaísmo. Gravísimo error. El Talmud dice sin eufemismos : " El pueblo judío es garante uno del otro ". El movimiento conservador denomina a esto Klal Israel; la ortodoxia, pueblo elegido. Las diferencias pueden ser semánticas y de estilo. Si es que hay voluntad para construir lazos en común. Si un judío muere por una bomba en la AMIA debe dolerle al mundo judío todo;si un judío muere por un misil palestino en Sderot, es mi problema en Argentina también. En 1976, cuando un comando israelí liberó a los cautivos en Entebbe, Uganda, no lo hizo para salvar israelíes sino para salvar judíos.
Hoy este cemento esta débil. Prima más la lealtad a la comunidad que la lealtad a la unidad. En esto se igualan ortodoxos, laicos, reformistas y conservadores. El egoísmo y la defensa de lo propio por encima del amor al otro es, muy a mi pesar, regla y no excepción.
d) El estado de Israel : En esto estamos bastante bien. Por amor o por odio; por sionismo o antisionismo, Israel es un elemento central en la vida judía. Cuando un terrorista palestino ataca no le importa si al que mata es sionista, turista o miembro de Neturei Karta. Hace varios años atrás el entonces gran rabino de Israel, Israel Meir Lau, visitó la Argentina. En un encuentro con la prensa dijo : "Los judíos estamos unidos en la muerte por atentados en Israel y por atentados en la embajada y la AMIA. Sepamos ahora unirnos en la vida ". Una frase brillante que nunca pude olvidar. Los nazis nunca se preocuparon por saber si los que asesinaban eran ortodoxos, laicos o liberales. Buscaban judíos. ¿Aprenderemos algún día la lección ?.
e) El idioma hebreo: Un punto muy problemático. Hasta bien entrada la modernidad, todo judío hablaba o leía hebreo, mejor o peor. El hebreo es la llave de la identidad judía y un elemento global de unión. ¿Es lo mismo decir "buen sábado que Shabat Shalom . ¿Es lo mismo tener un nombre hebreo que no tenerlo ? ¿Es lo mismo rezarle a Di-s, que sabe todos los idiomas, en español o inglés, que en hebreo, que es el idioma de su Torá y la clave de nuestro acervo ?. Es muy cierto que hay buenas traducciones de excelentes libros pero no es lo mismo Parshanut que exégesis ( palabra griega ) o Aseret Hadibrot que los 10 mandamientos ( concepto cristiano) ¿ Es lo mismo Pesaj que Pascua ? ¿Shavuot que Pentecostes ? ¿Sucá que cabaña? (alguna en Córdoba o Bariloche ). La respuesta es obvia. Muy a mi pesar, amo el idioma hebreo, la mayoría de los judíos no sabe ni una palabra de hebreo. Tampoco hay garantías que lo aprendan en las escuelas hebreas donde el idioma que predomina es el inglés (Kaffka se mataría de risa ). Es que hoy los padres mandan en la escuela (pero no en el hogar ) mientras que los maestros se transforman en niñeras mal pagas. Así nos va.
f) Estudio de la Torá : Un aspecto clave. Los árabes nos denominaron con justicia "el pueblo del Libro ". El problema es que hoy la mayoría de los judíos desconoce hasta lo elemental del Libro. No solo no conocen este Libro sino ningún otro libro asociado al primero ( Mishna, Guemara, etc ). Y esto no es porque el pueblo judío no sea lector sino el problema radica en su enseñanza por un lado ( nada se discute para sacralizarlo o todo se discute para desacralizarlo) y por la falsa impresión que la Torá no tiene nada para decirle ya al hombre contemporáneo. Nada más erróneo. Si un judío no lee su Torá ni conoce su filosofía , ni la historia de su pueblo ni los logros del sionismo, ¿sobre que va a basar la transmisión de su identidad ?
g) Antijudaísmo : En sus diversos formatos y odios, nos une. Los judíos "·progres " que creen que ponerse de lado de los D'elia u otros peores , los va a ayudar. No conocen la historia judía. El comunismo y el stalinismo eliminaron más judíos de izquierda que el hitlerismo ( leer el libro los Hermanos Ashkenaz, de Israel Singer ).
h) Amor al prójimo : Siempre proclamado y poco cuidado. No importa ahora si mi hermano observa más o menos que yo. No deja de ser mi hermano y como tal puedo acercarlo al judaísmo por amor y no sólo por temor al castigo divino.
Por ello, estimado lector /a, le pido disculpas si lo abrumé con mis ideas, pero sucede que digo con humildad, al igual que cuando el bíblico Iosef buscaba a sus hermanos, "Et Ajai Ani Mebakesh " (Genesis 37,17), "a mis hermanos yo busco ". El los encontró, yo también pero lo veo ocupados en sus diferencias... o indiferencias. ¿Podrá la nueva dirigencia de AMIA generar coincidencias ?. Un desafio que supera a una gestión de tres años.
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