Marcos Aguinis es sin duda el ensayista y escritor argentino del momento. Sus columnas de opinión en el diario La Nación y sus libros arrojan claridad y lucidez mostrando que hay otra Argentina por encima de la exitosa coyuntura económica. En este reportaje se refiere a las carencias del gobierno actual, limitaciones a la libertad de expresión y a la imagen de nuestro país en el exterior. Un mensaje de Pesaj.
A casi 6 meses de la asunción de Cristina Kirchner al frente del país, ¿Qué opinión le merece su politica exterior, teniendo en cuenta sus intenciones manifestadas de “reintroducir a la Argentina nuevamente dentro del contexto mundial”?
Muy pobres. Hasta diría decepcionantes, como por ejemplo en el conflicto de las FARC. Pareciera que ahora pretende corregir esos errores y el pegoteo con amigos impresentables. Ojalá lo consiga.
Como referente intelectual de la Argentina que es invitado a disertar en diversas partes y universidades del mundo, ¿Cómo ve a la Argentina en este momento? ¿Cómo cree que es visto nuestro país y sus referentes políticos en otros países del primer mundo ?.
Argentina se ha vuelta irrelevante. No suscita confianza ni siquiera respeto. Es muy triste. No cesan los escándalos. La política que ha venido predominando en nuestro país desde hace más de medio siglo, con muy breves excepciones, ha sido la de un facho-populismo descarado y destructor, reaccionario, con doble discurso, intolerante. Esto generó una decadencia en todos los órdenes. Nadie se explica cómo un país con recursos naturales y humanos de tanta excelencia, se ha degradado tanto, y ha sido superado por vecinos como Chile y Brasil, a los que aventajaba. Pero es la consecuencia de una infección hasta el tuétano con ideas controladoras, estatistas, colectivistas, ignorantes, que oscilan entre el fascismo y el stalinismo (con sus variantes encubridoras) y cuyo resultado ha sido el abandono de la cultura del trabajo, del esfuerzo y de la decencia. También el abandono de la República Federal, donde tendría que haber una genuina independencia de los tres poderes, organismos poderosos de control, ecuánime distribución de la renta, transparencia administrativa, reglas de juego limpias en materia de competencia, premios a la productividad.
Estudios e investigaciones realizadas por diversos organismos nacionales han señalado que existen en nuestro país alrededor de 1.600.000 consumidores de todo tipo de drogas. Y este fenómeno ha registrado un importante crecimiento en los últimos años. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Las considero gravísimas. Pero es la consecuencia de muchos factores, entre los cuales figuran el económico (cada vez peor, porque no hay políticas serias para conseguir inversiones que disminuyan en forma drástica la pobreza), porque no se lleva adelante una firme política educativa, porque los valores morales han entrado en una crisis sin precedentes, porque el modelo que se derrama desde el poder carga cinismo, mentira y perversidad. La sociedad no cesa de seguir bajando su calidad de vida, con bolsones privilegiados, como sólo ocurre en los países sometidos a políticas típicas del subdesarrollo.
A casi un año de haber publicado su último libro, “El atroz encanto de ser argentinos II”, que ha sido uno de los libros más vendidos durante el año pasado y en donde denuncia un alto nivel de ineficiencia y manipulación por parte del gobierno, ¿Considera que ha habido algún tipo de mejora por parte del gobierno “K” en áreas como la cultura, la economía y las relaciones internacionales?
La sociedad argentina, con mucha razón, ha tomado la elección de Cristina como una reelección de Néstor. Por eso no le han dado ni una semana de respiro, cuando es tradición que a un presidente nuevo de verdad, se le otorgue por lo menos 3 a 6 meses de gracia. Por otro lado, ella no ha cambiado ninguna pieza fundamental que la diferencie del periodo anterior. Su promesa de mejorar la institucionalidad argentina, que apenas sobrevive, no tiene visos de concretarse. La institucionalidad argentina, mirada con algo de objetividad, produce lágrimas. El slogan de que el cambio recién empieza, es sólo eso: un slogan. No hay ni habrá cambio, a menos que la misma sociedad los impulse.
Curiosamente en estos últimos años de gestión del matrimonio K, ha mermado significativamente la cantidad de periodismo de investigación y programas periodísticos de oposición o análisis critico hacia gobierno. ¿Existe un ejercicio libre de la prensa en nuestro país?
Nunca la prensa fue tan agredida desde que recuperamos la democracia. Nunca se han amonestado en forma tan reiterada las expresiones periodísticas. Nunca en el Salón Blanco se mencionó a un solo periodista, si no era para felicitarlo por algún trabajo. La mordaza existe, no sólo en forma directa o elíptica, sino por la preocupante realidad de la autocensura. Quienes no son oficialistas miden todo el tiempo sus palabras. Y las empresas periodísticas temen que les quiten la publicidad oficial o les apliquen algún otro tipo de chicana.
Durante el mes de Marzo salió publicado un estudio internacional que señala que la Argentina es uno de los países con mayor tasa de emprendedores en todo el mundo. Somos reconocidos por los talentos y recursos humanos que exportamos a todo el mundo. Frente a semejante panorama de abundancia de capacidades nacionales, ¿Porqué nos cuesta tanto como país avanzar y crecer globalmente como otros países lo vienen haciendo sostenidamente como Chile, Brasil, Irlanda e India, por señalar algunos casos?
Es una de las grandes paradojas de nuestro país. Por eso escribí libros con títulos como “Un país de novela” o “El atroz encanto de ser argentinos”. Individualmente, y fuera de nuestros límites, los argentinos tendemos a destacarnos. Aquí, por el contexto podrido que prevalece, son milagrosas las manzanas que se mantienen en buen estado. Es obvio que el problema tiene sus años, que es profundo, cultural. Yo creo que ha empezado a fines de la década del 20, en el siglo pasado, cuando las ideas totalitarias de derecha e izquierda que se difundian en Europa, descarriaron la buena senda democrática, liberal y progresista, que había empezado con Alberdi y se venía perfeccionando con la generación del 80 y sus sucesores. En 1930 se produjo el primer golpe de Estado, cuya incubación, desde luego, tuvo que venir desde unos años antes. Luego las cosas fueron siempre peor, con las breves excepciones que mencioné antes, de poca duración y casi ninguna fuerza. Los argentinos, sin embargo, no debemos bajar los brazos. Países que estuvieron peor que nosotros, lograron salir adelante. El desafío es enorme. Pero será la misma sociedad -sin profanar las instituciones más de la profanación que ya están sufriendo- la que determinará los cambios que reinstalen a la Argentina en el carril que seguía durante los tiempos heroicos de nuestros abuelos y bisabuelos.
¿Qué reflexión puede aportarnos la fiesta de Pesaj para estos tiempos actuales?
Pésaj es una de las más antiguas -quizás la más antigua- celebraciones de la libertad. Fue muy anterior a la rebelión de Espartaco y otras muchas manifestaciones épicas. La libertad es un valor que la humanidad se esmera en conseguir y vigorizar. Pero en los últimos años se ha producido un retroceso. Desde el siglo XX las tendencias totalitarias de derecha e izquierda han comenzado a quitarle importancia, en beneficio de un paraíso ilusorio colectivista y esclavizante (teocracias incluidas) que sólo trae muerte y devastación. Ahora mismo en el mundo, en América latina y en la Argentina, se tiende a restarle importancia a la libertad y considerarla poco relevante. Hay mucha confusión. Pesaj nos manda un mensaje claro y directo: la esclavitud, el sometimiento, la falta de respeto al individuo, son malos y debes combatirse con decisión.
Lic.Pablo Nachtigall
psicoholistica@hotmail.com
|
|
|
|
|
|
|
|
