El 6-11-07, a los 75 años de edad, Norman Erlich se fue de “gira prolongada”, requerido seguramente por los integrantes de la corte celestial. También a ellos les faltaba poder expresar una saludable sonrisa.
Sólo cuando el dolor por la ausencia del talentosísimo Erlich lleva casi dos meses nos es dable apreciar su talla y se agiganta aún más su verdadera imagen.
El aporte de Norman a la cultura argentina también fue muy importante, pues ésta se constituye con las influencias y la comunicación de las diversas colectividades. La labor artística de Erlich, es un símbolo y un puntal de esa articulación, en la diversidad.
Norman era el monologuista en idish y en castellano por excelencia; a la manera del salmista bíblico cuando exclama: “Kol atzmotai tomarna” – “Todos los huesos dirán” – o sea: “En mi decir, va todo mi ser”.
A nivel artístico, Erlich estaba dotado como pocos de talentos múltiples: la comedia, el drama, el varieté y el grotesco. Y los cuatro estilos se ensamblaban y se entretejían en uno, para ofrecer al público una graciosa e inteligente poesía total. Ese era Norman Erlich.
Biografía
La primera vez que lo vi fue en el año 1948, en un encuentro de todos los movimientos juveniles, a pocas semanas de la proclamación del Estado de Israel. Él ya era líder del “Betar” y yo todavía un niño del Movimiento “Dror”.
Luego lo encontré cuando estaba recibiéndose de “Moré” (maestro), y dio varias clases prácticas en el “shule” donde yo estudiaba. En la escuela Schólem Aleijem se conoció con el profesor, actor y director teatral Zalmen Hirschfeld, quien en ese momento dirigía el elenco vocacional del “Movimiento Juvenil Hebraísta”. En ese entonces -a fines de los ’40 y principios de los ’50 del Siglo XX- era el “moré Najman”. Pocos conocen el hecho que entre los meses de marzo y julio de 1949, cuando el director de la escuela “Zitlovsky” era Schmerkovich, hubo un intento de acercar las escuelas del “ICUF” al “Vaad Hajinuj”. Del Consejo Central de Educación de la AMIA fue enviado Norman y otras dos maestras, para enseñar un poco de hebreo, historia judía y otras materias. Lamentablemente la iniciativa se frustró antes de las vacaciones de invierno.
Un hito muy importante en su carrera fue editar junto al escritor Dov Segal, a principios de los años ’50, la revista mensual en idish “Pach” (La cachetada), de gran difusión y muy esperada en la Comunidad, pues era redactada por dos jóvenes intelectuales.
En la tablas
Recuerdo como hoy, su no exitosa incursión como galán, en el género de la comedia musical en idish junto a la talentosísima actriz cómica y cantante Ana Rapel .
Luego de ese percance, llegó a Buenos Aires, posiblemente el número uno de los actores judíos, Iaacov Ben Ami, quien en el Teatro Excelsior puso tres obras cortas de Schólem Aleijem. Ante la necesidad de un talentoso actor joven que hablara bien el idish, el escritor Bernardo Ezequiel Koremblit, quien era admirador y amigo de Ben Ami, se lo presentó. El actor judeonorteamericano lo incorporó al elenco, en el cual se desempeñó talentosamente. Y vaya la sorpresa, una noche, ante la descompostura de Ben Ami, le pidió a Najman que lo suplantara en el rol protagónico. El joven actor pasó la prueba de fuego airosamente; para él fue como haber tocado el cielo con las manos.
Estados Unidos
Entre fines de 1956 y 1960, vivió Erlich en los EE.UU., haciendo giras con compañías teatrales y comenzando a incursionar en el género de los unipersonales, en los que comenzaba tomándose él mismo el pelo:
“Yo nací en Buenos Aires, en el barrio de Villa Crespo, porque como muchos otros, en ese momento quería estar muy cerca de mi madre. Pero mi nacimiento no fue algo destacable. Se dice que todos los chicos vienen con un pan bajo el brazo, que son una alegría, que son un sol que asoma…Nada de eso”.
“Mi nacimiento, fue más bien traumático: mi mamá no se internó cuando nací. Se internó cuando me vio.”
“Nací tan feo que me tenían que poner anteojos para saber cuál de los dos extremos era la cara”.
También probó con chistes y anécdotas sobre la “idishe mame”, como por ejemplo:
“¿Sabían que hay dos clases de azafatas en los vuelos de “El-Al”?
Una sirve la comida y la otra sigue diciéndoles a los pasajeros: ¡coman! ¡Coman todo! ¡No me dejen nada!”
Nuevamente en la Argentina
Ya de regreso a Bs As se reincorporó al teatro idish profesional y al “Folks Teater” , destacándose muy especialmente en la obra de H. Leivik “Keitn” (cadenas), dirigida por David Licht.
Gran éxito tuvo reproduciendo los monólogos y diálogos de Dzigan y Szumajer (dos grandes del teatro judío), tanto en idish como en castellano, por él mismo traducidos y adaptados.
En el teatro argentino
Recién en 1972 debutó en español en el Teatro Astral junto a Luis Sandrini, Paulina Singerman y Raúl Rossi en la obra “Pan criollo”, del autor César Tiempo.
Luego estrenó su espectáculo en formato de “café concert” judeoargentino “Humorovich”, secundado por Yaki y Frida. Entre sus unipersonales se destacan “Es puro cuento” y “Haga click”.
Erlich también participó en dos revistas con Susana Gimenez: “Sexitante”, en el Teatro Nacional y “La mujer del año”, en Villa Carlos Paz, Córdoba.
Tuvo un rol protagónico en la comedia de Neil Simon “Un dúo inolvidable” junto al actor Santiago Bal con la producción teatral de Samuel Dan. Otro protagónico en el Teatro Bauen fue: “Socios en el amor”, junto a Juan Manuel Tenuta.
En televisión trabajó en los ciclos: “Casi una pareja”, “Porcelandia” y “Calabromas” entre otros.
En cine tuvo participación en 13 películas, destacándose en “18-J”, “El abrazo partido” y “Cohen vs. Rossi”.
Inolvidables fueron sus actuaciones en idish junto a Luis Minces y Leibele Schvartz en el Teatro Catalinas de la calle Florida.
Cabe destacar también, sus exitosas actuaciones en casi todos los países latinoamericanos, en EE.UU., Canadá, Europa e Israel.
Intimando
En los últimos años tuve la dicha de intimar bastante con él, dado que actuaba asiduamente, representando al Departamento de Cultura de AMIA. Amén de sus dotes de actor, me llamaba la atención su incondicional disposición para viajar a las comunidades más recónditas de la Argentina, a fin de llevar un bálsamo humorístico a sus integrantes.
Norman ha sido amplio, profundamente apasionado, querido y respetado. El fue un hombre muy judío, muy argentino; fue un hombre judeoargentino muy del espectáculo. Él ha vivido y ha hecho todo, con toda su alma, con todo su ser y muy intensamente.
Erlich irradiaba alegría en derredor de una copa, disfrutando de una buena comida, o en la sobremesa del café. Tenía profundos sentimientos de amistad, que son incomparables e irremplazables.
Sólo basta recordar la cantidad de festivales que organizó, a fin de poder pagar el transplante en los Estados Unidos a la esposa de un amigo y colega.
El humor
Todo lo dicho ubica al género humorístico en una de las coordenadas esenciales de la literatura popular judía.
El humor es tan inherente a la cultura judía que, bien mirada, la expresión “chiste judío”, puede resultar una redundancia en los términos. Y aquí resulta ineludible la alusión al escritor Schólem Aleijem.
Y así como Schólem Aleijem se escribe a sí mismo en sus relatos, contando las historias que sus judíos le relatan, así también el humorista ingresa en el chiste con su voz, con su cuerpo, con su ingenio, para reírse, como buen judío, ante todo de sí mismo, al igual que mencioné anteriormente:
“Una mañana voy a Tablada y me pongo a llorar desconsoladamente frente a una lápida. Pasa un amigo mío y me pregunta: -¿Qué te pasa?- Le digo: -estoy llorando a mi suegra-. –Pero si no me equivoco tu suegra aún vive- . –Sí, pero estoy ensayando-.”
Cuando un amigo se va
Estamos estremecidos por el amigo, el actor, el humorista que hace ya más de dos meses se fue físicamente, mucho antes de lo esperado; pero estamos muy agradecidos por haber podido conocer, sentir, percibir y apreciar un talentoso ser humano, que ahora ya es parte de cada uno de nosotros. Erlich fue enterrado el día 8 de noviembre de 2007 en el cementerio judío de La Tablada.
Cerremos por un instante los ojos y reconstruyamos en la fantasía, la imagen de este creativo que se llamó Najman, Nahum Isaac, hijo de Samuel y Rosa, padre de Paula y Víctor, abuelo de sus cuatro nietos, esposo de María, y a quién nosotros, por siempre, seguiremos llamando: ¡querido Norman Erlich!
(x) El 26-03 en la AMIA se realizará un homenaje a Norman Erlich (z"l) con la participación de los cantantes Marta Lissa y Oscar Fleischer. Se proyectarán videos de distintas actuaciones. Palabras alusivas de Moshé Korin.
Es a las 20hs con entrada libre y gratuita.
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