Katia Grinenko se acercó a ver quien golpeaba la puerta de su casa en San Petersburgo.Por la mirilla vio a dos jóvenes que querían hablar con su padre, Nikolai .Cuando el padre se acercó a la puerta, una bala atravesó la misma y lo mató en el acto. Nikolai Grinenko era un líder de una organización que defiende a las minorías en Rusia y varias veces testimonió contra neo-nazis rusos, en especial contra un grupo llamado Shultz 88, uno de los más violentos.
Grinenko fue asesinado porque había juntado pruebas de la acción delictiva de la Unión Nacional Rusa en la ciudad de Novograd."Lástima que no mataron antes al cerdo",dice Alexei (22 años) uno de los miembros de Shultz 88 que espera ser juzgado en San Petersburgo. Alexei, un musculoso joven que posee una agresividad que no logra disimular, es parte de una ola nacionalista que sacude Rusia.
Las reformas democraticas que se llevaron a cabo luego del desmoronamiento del regimen comunista en 1991 se evaporaron. El nivel de vida mejoró en algo pero creció el odio y la intolerancia hacia las minorías, incluyendo a los judíos. Cada vez más jóvenes como Alexei se unen a grupos ideológicamente neo-nazis como una forma de preservar el orgullo nacional dañado.
Según un informe del diario Izvestia en los últimos 7 años los neonazis atacaron a 15.000 personas. Según una organización defensora de los derechos humanos de Moscú por año mueren entre 20 y 30 personas por esos ataques que crecen un 30% al año.
Alexei cree que el asesinato de Grinenko puede abrir una página en la historia del movimiento neo-nazi ruso."Nosotros somos el al Queida de la raza blanca",dice Alexei, "no nos importan las minorías. Que se mueran. Cuanto antes ,mejor. Es tiempo de nuestra Jihad",dice
"Desde 2001",dice Alexei," Shultz 88 y otras organizaciones neo-nazis se organizaron en células como Al Queida.Se juntan para ataques puntuales y se disgregan".
Shultz 88 es una de las 50 células neo-nazis que actuan en Rusia. 17 lo hacen en San Petersburgo. Jóvenes como Alexei se preparan para una guerra no convencional.El intenta imitar al norteamericano Timothy Mac Veigh, el neo-nazi responsable de la voladura en 1995 del edificio federal en Oklahoma, hecho que causó la muerte de cerca de 170 personas en 1995. "Nosotros no nos definimos como rusos",dice Alexei. "Nosotros pertenecemos a la raza blanca",dice.
"El nacionalismo y el racismo ruso avanzan en la sociedad",advierte el profesor Wizlav Sujachev, experto en nazismo del Depto. de Sociología de la Universidad de San Petersburgo.Los números parecen darle la razón. Un 61% de los recientes encuestados apoyan el lema Rusia para los Rusos, casi el doble de los que lo hacían en 1998. Otra encuesta muestra que el 60% de los encuestados quieren disminuir el número en Rusia de chechenos,armenios, azeries y otras minorías. Un 51% piden poner límites similares a los chinos y un 42% a los judíos rusos.
Expresiones más "moderadas" de racismo ya hace tiempo forman parte de la cultura política rusa.
El partido liberal-democratico encabezado por el célebre Vladimir Zhirinovsky y algunos factores del partido comunista, toman esos caminos de una u otra forma. "Los habitantes del Cáucaso deben ser separados completamente y no venir a Rusia",dice con naturalidad Zhirinovsky al diario Novia Varmia. Según organizaciones de derechos humanos de Rusia, un 35% de los votantes potenciales apoyan el ingreso al parlamento de los grupos nacionalistas.
En 1999 el presidente Putin prometió sacar a los terroristas de Chechenia en respuesta a un terrible atentado en Moscú.Desde entonces la lucha continua y Putín no desaprovecha la ocasión para alentar la animosidad contra los chechenos.Putín sin embargo llama a diferenciar a los terroristas y expresa no comulgar con expresiones racistas.
Sin embargo no son pocos los que ven en él al símbolo de la lucha contra las minorías. Yuri Blaiev, líder del partido neo-nazi Libertad, con base en la zarista San Petersburgo, no confía en Putin y cree que el país se desmorona bajo el peso de los inmigrantes de diferentes etnias.
Blaiev se ve asimismo como defensor de los intereses de los jóvenes rusos y ve a la violencia "como el recurso legítimo, único, que le queda a los jóvenes rusos". El habla con orgullo de un compañero suyo que arrojó a las vías del tren subterráneo a un joven sirio hace un par de meses.
"Ideas similares van apareciendo entre la intelectualidad rusa en las universidades",dice Peter Jomiakov, un entusiasta nacionalista ruso. "Yo sigo los pasos de muchos jóvenes hace años",dice Jomiakov. "Ellos se encuentran en la universidad, conferencias,seminarios y en sus conciencias se va grabando la identificación del extranjero como un ser genéticamente inferior",dice.
La socióloga Olga Stroloitoba esta de acuerdo con ese analisis. "Es que las ideas neo-nazis se van legitimando cada vez más",dice.
"El neo-nazismo en este país traumado es como la radiación",dice el profesor Sugachov. "La gente no lo ve pero esta entre nosotros y los rusos no reaccionan ante el",finaliza
Fuente: Times
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