Hace unas semanas el INADI denunció la inclusión de una definición discriminatoria y peyorativa en un diccionario infantil que se promovia como regalo junto a la revista Genios, de fin de febrero, publicación perteneciente al multimedios Clarin. La palabra en cuestión era "judío" que en el diccionario Espasa de la oferta es definida en una de sus acepciones como avaro,usurero. El diario Clarín en un escueto y ascéptico comunicado, manifestó su pesar e hizo su descargo público calificando al término agraviante comprometiendose a retirar el diccionario con prontitud y cambiandolo por una versión sin ese agravio histórico( y en la Argentina denunciado por largos años por el Sr. Armando Rey Serantes) origninado en la judeofobica historia de la España medieval.
Resulta curioso que los editores de Clarín no hayan registrado que en la Enciclopedia Clarín, Tomo XIV, editada en 1999, también originada en España, se comete el mismo agravio que hoy "escandaliza" sin que haya sido corregido probablemente porque no tuvo la suerte de tomar estado público.Los lectores pueden verlo buscando el término en la penúltima página del tomo que no tiene las páginas enumeradas.¿Casualidad ?.
Sin embargo, en otra obra se deslizan errores mucho más graves, de concepción histórica, que no fueron enmendados.Veamos algunos ejemplos.En el Atlas de la Historia Universal editado por Clarín, basado en The Times de 1994,se citan y se describen con prolijidad y detalle a las más antiguas civilizaciones como los sumerios,hititas, babilonios,asirios, persas ,egipcios,chinos (con todas sus dinastias) ,hicsos,romanos,indios,mayas,aztecas pero curiosamente no hay referencia alguna al origen del pueblo hebreo en el capítulo que se refiere a las civilizaciones antiguas. Dado que no se puede obviar la presencia geográfica de la tierra de Israel, en varios de los mapas del atlas, la misma aparece con su denominación antigua , Canaan ( pag. 44) y con el nombre de Palestina ( pag. 28 y 287).Es más, se cita a los diversos reyes que conquistaron "Palestina ", entre ellos el egipcio Ramses II o el asirio Salmanazar III, también como conqusitadores de "Palestina ". Dato curioso si lo hay ya que la denominación Palestina de la tierra de Israel data del año 135 de la e.c cuando el emperador romano Adriano quiso desjudaizar toda presencia judía del país y le puso el nombre de Palestina que proviene de Philistea o Filistea, nombre del pueblo de origen cretense que se asentara en la Franja de Gaza tal cual como lo testimonia la Biblia Hebrea y encarnizado enemigo de Israel.
Es más, al referirse al origen del cristianismo se omite todo origen judío de Jesús.Textualmente dice así: "!... El cristianismo se originó en Palestina (sic) oficialmente anexada a Roma en el 6 a.e.c. cuando aquella estaba en ebullición ( bullía por la revuelta judía contra Roma). Por entonces había varias sectas (se omiten que eran judías) algunas espirituales y otras políticas que esperaban al mesías "(pag. 78)
Si ud. quiere encontrar en la obra alguna referencia directa a la palabra Israel deberá ver la página 314 cuando se analizan los conflictos políticos del siglo XX en una sección titulada "Problema de Palestina" donde desde el mismo comienzo de la crónica aparece una verdad a medias: "Durante siglos Palestina estuvo poblada por una mayoría musulmana de habla árabe y por minorías cristianas y judías...". Se omiten los años en que Israel fue soberana y con mayoría judía, muchos años antes que los musulmanes la ocuparan.
Conclusión: aquellos mal pensados, como yo, que creen que Clarín es antisionista y antiisraelí en sus enfoques del conflicto del Medio Oriente podrá darse cuenta que el origen del fenómeno tiene raíces en omisiones (no ignorancia) históricas. ¿Se animará Clarín a cambiar estas ediciones ?. Ud. ya sabe la respuesta.
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