Llevar a Israel al triunfo ante el Hizbollah, punta de lanza de Irán en el Líbano, fue una carga muy pesada para el actual gobierno israelí.Ehud Olmert, Amir Peretz y Tzipi Livni solicitaron y recibieron el mandato de conducir al pueblo de Israel, que le depositó el destino en sus manos, para fijar en forma unilateral los límites de Israel en Judea y Smaria. Es una misión que ya han renunciado a cumplir en el formato que se ejecutara la cesión de la Franja de Gaza.
En los primeros días de esta segunda guerra del Líbano se creyó que la Fuerza Aérea de Israel por si sola podría definir la contienda pero cuando la guerra justificada pero mal dirigida continuo, con el norte de Israel recibiendo 4.000 misiles, bosques del KKL incendiados, casi 1.000.000 de israelíes en refugios o en casas de otros ciudadanos, más soldados israelíes muertos en operativos militares tardíos, comenzó el gobierno a mostrar una inquietante debilidad e ineptitud hoy investigada por comisiones independientes.Podría caer el gobierno israelí pero no la democracia israelí.No hay que temer.Es cierto que aún entonces aparecieron expresiones grandilocuentes y triunfalistas ("destruímos al 70% del poder del Hizbollah",diría Olmert) pero ya después no quedó más remedio que asumir la ambiguedad existente.
Israel ganó saliendo del pantano libanés en el que el Hizbollah quiso hundirlo;la comunidad internacional no acusa a Israel por la guerra(si por el modo) pero los reveses son amplios:Hizbollah ni desapareció ni fue quebrada;es cada vez más fuerte en el Líbano la siniestra presencia de Irán y los pobres soldados israelíes secuestrados no fueron liberados aceptándose la resolución 1701 de la ONU que habla de su liberación pero no fija mecanismos para lograrla. El cese del fuego benefició al gobierno israelí más allá que son pocos los que creen que las fuerzas de la UNFIL puedan tan siquiera controlar la belicosidad de la organización terrorista libanesa.
Si hay algo que caracteriza a un dirigente de un político es su capacidad de ver a la distancia. El político mira hasta la próxima elección;el dirigente hasta la próxima generación.No fueron pocos los políticos a los que la historia castigó por preferir objetivos de corto alcance por encima de una mirada de largo alcance. Hay abundancia de ejemplos de los peligros contenidos en políticas a corto plazo. Desde el pacto de Munich en 1938 que sólo abrió el apetito de Hitler para devorar Europa pasando por los acuerdos de Oslo de 1993 que maquillaron a Arafat como un moderado y pacifista hasta llegar a la retirada unilateral de Gaza que llevó a que el Hamas accediera al poder. También así puede ser catalogada la retirada unilateral de Israel del Líbano en mayo del 2.000 que condujo a la Intifada del mismo año y ha sido quizas la causa principal de la reciente y aún indecisa guerra.Es que hay algo más grave en Medio Oriente que el militarismo y eso es el pacifísmo a ultranza.
Las proyecciones a largo plazo del acuerdo del cese de fuego con mediación de la ONU estan casi a la vista.Los enemigos de Israel,muchos lamentablemente,llegarán a la conclusión que Israel puede ser derrotada y que no tiene su ejercito capacidad para una guerra continua contra el terror. No harían falta tanques o aviones para luchar contra Israel, tan sólo misiles y una milicia de características vietnamitas.
"El ayer murió y el mañana no se ve en el horizonte",cantaba Martin Luther King. "El diablo podría tomar el día de mañana",continua la canción.Para Israel el día de mañana esta más cerca de lo pensado. Los iraníes registraran que Israel pudo haber perdido su capacidad de disuasión(lo que posiblita su existencia en Medio Oriente).La guerra en la que Israel debió remarcar su superioridad desnudó su debilidad en un mes. El mensaje no desaparecerá de los ojos de los iraníes, sirios, Hamas, Hizbollah y algún otro país.
La consigna que hoy Israel enfrenta es reconstruir su capacidad disuasoria y prepararse mucho mejor para un inevitable segundo round del que Olmert advirtió. Resta saber si podrá hacerlo con un gobierno que perdió tanto del tan poco crédito inicial que obtuvo en las últimas elecciones hace ya lejanos ocho meses.
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