AJN/ BBC- En la juguetería "Havakuk", la más grande del barrio religioso Gueula de Jerusalén, sonríen ampliamente cuando entro a preguntar si tienen "algún juguete que hable y que tenga que ver con la religión". Omer, uno de los jóvenes empleados, baja presuroso de un estante a la conocida muñeca "Shimale", que en lugar de decir "Hola mamá", dice la plegaria "Shmá Israel" (Oye Israel, nuestro Dios, Dios es uno).
Con los juguetes que parecen rezar, no surge de hecho ningún dilema respecto a judaísmo y religión. En realidad, recorriendo la calle religiosa judía y hablando tanto con gente común como con autoridades rabínicas, el comentario que recabamos de todos ,sin excepción, es que no hay contradicción alguna entre judaísmo y tecnología.
Tecnología celular
El Dr. Pinjas Osher, ultraortodoxo y médico de familia de Jerusalén que está siempre atendiendo dos celulares a la vez y se maneja con la computadora, hace una aclaración de fondo: "Si hay algo creado en el mundo, es porque Dios lo quiso así". "Todos los aparatos del mundo pueden ser usados sin contradecir la religión judía. El Todopoderoso no creó nada sin sentido", dijo. Eso no significa sin embargo que todos los religiosos usen la tecnología igual que los laicos. Abraham Mozes, de 33 años, que se dedica a estudiar los textos bíblicos así lo explicó a la BBC. Pinjas Osher "Todas las máquinas se pueden usar para bien y para mal. La televisión, como decía mi rabino, también es un aparato con el que se puede hacer muchas cosas buenas, como enseñar, pero lamentablemente la gente lo usa para cosas no dignas. Es por eso que en las casas religiosas, los judíos no metemos las televisiones". No importa qué sino cómo O sea que sí hay algunas limitaciones, pero que parecen relacionadas más a una cuestión de modestia y forma de vivir, que a choques de fondo. Uno de los ejemplos más claros en Israel es el de los teléfonos celulares que usan sólo los religiosos y que les llaman teléfonos "kosher", la misma palabra que se usa para referirse a la comida permitida según las leyes de la religión judía. Estos aparatos no tienen posibilidad de SMS, o sea de mensajes escritos, ni están abiertos a internet. Netanel Sharon, el esposo de Malki, me muestra el suyo. De aspecto, igual que los comunes, pero en su uso hay diferencia. "El ser humano nace con instinto malo y no hay que tentarlo. Hay que saber auto limitarse", explica muy serio.
El uso de la tecnología
A pocos metros, Sara Valdenberg, directora de una sucursal médica -también observante- aclara que ella no cambió su teléfono. "Mi esposo y yo no lo hicimos. Ya estamos grandes, es otra edad. Sabemos nuestras limitaciones. No tenemos que ponerlas desde afuera". No todos actúan igual. Hay muchos matices. El problema, explica el Dr. Pinjas Osher, no está en la tecnología, sino en el hombre. "La única limitación es usar la tecnología en forma positiva. El aparato mismo es neutral y depende del hombre cómo se lo utiliza, para bien o para mal". Uno de los aspectos en los que la tecnología también avanza y en los que pueden surgir algunos dilemas a nivel religioso es la medicina. El Rabino Israel Burshtyn, Director del Instituto Puá, que analiza más que nada temas de
fertilidad de acuerdo a la ley religiosa judía, aclara que no tiene por qué haber ninguna limitación. "Hay que saber que la primera mitzvá o precepto religioso judío es traer niños al mundo. Por eso nuestro instituto ayuda. Se nos puede llamar por teléfono y preguntar al rabino si lo que indica el médico se puede hacer, si no choca con la ley religiosa". Enseguida aclara: "Nadie podrá decir que porque es religioso está limitado y no puede tener niños."
Todas las tecnologías que hay en tratamientos de fertilidad, se pueden usar". Un punto clave en el judaísmo es el respeto del Shabat. Durante el Shabat, el judío se abstiene de trabajar, viajar, escribir, prender aparatos, de hacer diversas actividades que crean nueva energía. En el instituto "Tsomet", dirigido por el rabino Israel Rozen, desarrollan formas de poder maniobrar entre la tecnología y la santidad del Shabat, sin violar la ley religiosa."Los
desafíos del instituto son cómo aprovechar la tecnología para temas prácticos y concretos, que realmente están relacionados a la vida religiosa. Intentamos no combatirla, sino al contrario, aprovechar la tecnología para proponer métodos de acción que la ley religiosa judía autoriza". Nos muestra que se puede prender una silla de ruedas a motor, sin violar los principios del Shabat ; o que se puede detectar metales en un sitio delicado, sin que se prendan luces o emita un sonido nuevo -lo cual estaría prohibido-, sino simplemente aumentando la intensidad de un temblor existente ya antes, algo que sí está permitido. Hay diferentes formas de maniobrar entre el Shabat y la tecnología. Está por ejemplo lo que funciona de modo totalmente automático, como el así llamado ascensor de Shabat, o sea un ascensor que para en cada piso y así sube y baja constantemente, sin que nadie tenga que llamarlo. Otra forma es no hacer directamente una acción apretando un botón o moviendo una palanca de modo que el resultado sea inmediato sino creando una situación en la que con cierta demora sucede algo. Y está, por ejemplo para recibir alertas por radio, la posibilidad de dejar el aparato siempre prendido de modo que cuando llega un aviso sube el volumen, pero sin que se lo haya prendido en especial. Hay aquí pues, sí, cierta necesidad de adaptación entre la religión judía y el avance tecnológico. Pero choque de fondo, de base, no parecería. De todos modos, el enfoque de todo religioso es que lo que hay en el mundo, es creación divina. Lo máximo que aceptan al decírseles que, de hecho, la tecnología es obra de la mente humana, es que al hombre, lo guía Dios.
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