Según un informe del Congreso Judío Mundial, entidad que nuclea a todas las comunidades judías del mundo, el parlamento iraní habría aprobado una ley de indumentarias que exigiría a judíos,cristianos y otras minorías del país a usar ropas distintivas para ser identificados visualmente como no musulmanes. Los iraníes desmintieron la especie y dijeron que "el proyecto apunta solo a producir ropa compatible con el Islam pero no afecta a otros cultos". De no ser como los iraníes dicen esta ley debería ser refrendada por la máxima autoridad religiosa del país, Alí Kamenei, para entrar luego en vigencia. Se trata de un proyecto de ley proyectado desde hace dos años e impulsado por el fanatico presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad,un inflexible soldado de la revolución islámica que se pusiera en marcha en el país en 1979.
De ser esto cierto se trataría de un hecho de suma gravedad que no ha tenido casi trascendencia periodistica.
El regimen iraní, que no se cansa de proclamar que Israel debe ser borrado del mapa e insiste en su búsqueda de armas nucleares, en una nueva vuelta de tuerca retomaría la infame discriminación racial y religiosa contra las minorias judías y otras en abierta imitación del regimen nazi, actitud que registraria muy pocos antecedentes desde la Segunda Guerra.Al igual que en la Edad Media sucediera con los judíos europeos los judíos iraníes deberían portar un brazalete amarillo y rojo los cristianos.
Viven en Irán unos 25.000 judíos que hasta el momento gozan de limitadas libertades religiosas y nacionales ya que no pueden manifestar su identificación con Israel.El regimen iraní que siempre manifestó "ser antisionista pero no antijudío" ( un verdadero absurdo) mostraría ahora la hilacha y una vez mas confirmaría, por si hiciera falta, que los que se definen como antisionistas tarde o temprano se transforman en antijudíos.
Es muy probable que la rápida trascendencia de la noticia haya abortado o demorado el intento pero este tipo de actitudes marca la determinación fanática del extremismo islámico en su lucha contra Israel y los judíos y todo lo que este regimen proponga, estudie o sugiera debe ser tomado en serio porque Irán no solo declama contra Israel sino que actua en su contra( voladura de la embajada y la AMIA, apoyo al Hizbollah y al Hamas Islámico).
A 61 años del fin de la Segunda Guerra la cabeza más horrible del regimen nazi parece corporizarse en Irán en un regimen intolerante y ante la pasividad y silencio ostensible del mundo, en especial de organizaciones de defensa de los derechos humanos ,que se han desentendido de las amenazas genocidas iraníes contra Israel.
Esta ley o proyecto de ley congelado constituye un grave desafio para Israel que no sólo debe velar por su seguirad sino como lo recalcan sus dirigentes, por la seguridad de los judíos en todo el mundo.
"¿Qué podemos hacer los judíos argentinos ante estas amenazas?", me preguntó un joven de la comunidad Sucat David, hace unos días, en el marco de una conferencia que impartí en la que me permití comparar ( y fundamentar) los parecidos entre Hitler y Ahmadinejad.
Lo primero que los judíos argentinos podríamos hacer es fortalecer nuestra unidad como parte del pueblo judío ya que no pocos judíos continuan resaltando nuestras diferencias en lugar de mirar lo que nos une.Por supuesto que nuestros enemigos no tienen semejante defecto.Lo segundo es instar a que el gobierno argentino,con su vacilante y errática política exterior, se defina claramente en contra de este tipo de regimenes por encima de cualquier mezquindad política.
Lo tercero es apoyar irrestrictamente a Israel por encima de las diferencias políticas y religiosas.
Las amenazas que provienen de Irán nos parecen lejanas y utópicas pero nada esta lejos en este mundo globalizado. Cualquier política de avestruz sólo aumentaría los desvelos genocidas de los nuevos y dilectos alumnos de Hitler.
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