¨Nuestros sentimientos nunca encajan del todo en paquetes lindos y prolijos o están a la altura dela imagen ideal que tenemos respecto a como deberían ser. Para estar tranquilos con nosotros mismos , es necesario que aprendamos a confiar en esa crudeza que tenemos en el núcleo d nuestra experiencia, que nos movamos libremente en ella e incluso , tal vez que festejemos tenerla. Esto significa aceptar nuestra experiencia tal como es, en vez de intentar que se adapte a una imagen preconcebida.¨
John , Welwood¨ Viaje al corazón¨
Hacía algunos días o tal vez semanas que me costaba levantarme de la cama antes del amanecer. El calor de las sabanas me envolvía y la noche oscura y fría dela mañana no invitaba a salir a explorar el mundo . Sin embargo, la escuela de los chicos, los compromisos laborales , académicos y domésticos , hacían sonar el despertador y me levantaba radiante como el actor del ¨show time¨de la vieja película ¨All that jazz¨filmada en 1979 y dirigida por Bob Foffe.
Y los días o tal vez las semanas sigilosamente pasaban y yo sin registrar las sutiles señales de mi cuerpo. Y de repente un dolor agudo atenazó mi garganta , ríos lagrimeantes rodaban por mi nariz y mi cuerpo entero se quejaba tan estrepitosamente que no atinaba a dilucidar a que miembro consolar primero. Mi cuerpo, ese pequeño envoltorio elástico y flexible que me sirve para andar por aquí y por allá, que me permite hablar , disfrutar de la vida física ,acunar a quienes amo, ganarme la vida, estalla diciéndome : ¨Así no.¨..¨Esta vida no va más ....¨
Y entonces ,me enfermé. Sólo una gripe. Una simple gripe en este otoño-invierno tempestuoso, inestable, climáticamente ciclotímico, con su calor de 27 grados en pleno junio, con lluvias intermitentes , con fríos vertiginosos. Fácil enfermarse , con virus escondidos detrás de cada bufanda y resfrios paseanderos asomándose en cada sonrisa. Fácil enfermarse con una gripe fuerte en este otoño-invierno engañosamente veraniego , diría un escéptico. Pero yo no lo soy. Me inclino a pensar más como los cabalistas que dicen que no creen en casualidades y si causalidades . Que si nos enfermamos de un virus que andaba por ahí , es porque algo hicimos para invitarlo a instalarse en nosotros....
¿Acaso necesitaba enfermarme para frenar el vértigo de mi mundo? ¿Para darme permiso de quedarme en la cama y leer mis libros favoritos? ¿precisaba enfermarme para sacarme la mochila de los hombros y revisar su contenido? ¿era necesario que mi cuerpo entero estallará de dolor para escuchar mi cansancio, para que pudiera oír la música del silencio que precisaba mi mundo interno?.
Parece que si. Cuando la vida que ansiamos llevar no es la que vivimos, porque las cosas se complican y nos enredan o porque los intereses y pasiones son tantas y la vida física tan estrecha ... sutiles alarmas resuenan en nuestro interior. Señales que algo hay que cambiar . Estolas ardientes que indican que equivocamos el rumbo. Habrá que hacer un ¨stop¨ y re-pensar nuestro presente.
Enfermarse es un recurso extremo para frenarnos .Y el tipo de enfermedad que padecemos habla sobre la gravedad de nuestro estado emocional El cuerpo estalla cuando se queda sin voz. . Enfermarnos indica que el problema fue no escucharlo a tiempo , en aquellos días cuando melodiosamente susurraba un consejo. Al no oírlo lo obligamos a que elevará cada vez más el tono hasta sacudirnos con su estruendo.
El auto avisaba con esa lucecita roja en el tablero que algo sucedía en el motor . El error fue no frenar el automóvil. Abrir el capot y revisar que andaba sucediendo. Antes que por ignorar el aviso rojizo , de repente el auto! ¡ Clink ¡deje de funcionar y nos deje en mitad de la ruta.
¿Qué me pasó que no pude escucharme a tiempo? ¿Por qué no frene , me puse al costado del camino a revisar mi motor?.
Supongo que estaba demasiado ocupada en resolver lo urgente y me olvidé de lo importante y de lo trascendente. Como sé que muchas veces también te pasa a vos, amigo del alma. Nos centramos en el ¨ya¨ y olvidamos el ¨para que¨, que importancia tiene esto en 10 años o más. ¿por qué hacemos lo que hacemos ¿ ¿Con quién lo hacemos y para qué?.
Esta gripe-salvadora me permite hacer un alto en el camino. Reflexionar hacia donde voy, como es el camino que atravieso. Porque una ruta de hielo, es muy distinta de una pedregosa, un sendero de montaña zigzagueante muy diferente a un llano. Y en cada una hay que preparar el auto distinto y entrenarse en conducir diferente.
Esta gripe-salvadora me ayuda a revisar mis cubiertas, mi chasis, y mi motor. Reflexionar sobre mi mapa de rutas , chequear mi brújula y re-direccionar mi camino. Corregir desvíos, planificar paradas necesarias, obligadas, prudentes.
Porque la vida no es una loca carrera , donde apretamos el acelerador ininterrumpidamente. Frenar, regular los cambios, cargar agua, aceite , nafta, revisar el aire en las cubiertas, disfrutar del paisaje , todo es necesario y aconsejable .Predispone un viaje mas tranquilo, aunque claro uno siempre esta entregado a los imprevistos . Porque la existencia es así incierta , inestable , sorpresiva y a la vez en esa imprevisibilidad también hay encanto .
El goce de la vida esta en el viaje . No en el destino. El destino ya esta trazado. La finitud terrenal es tangible . Lo intangible es lo preciado .El disfrute del esplendor de la Naturaleza virgen : la vitalidad de las cascadas, el furor volcánico , el colorido y cálido mundo submarino , el espectáculo de las cimas de las montañas , la inaprensible sensación de amar y ser amado, la plenitud de encontrar un sentido a nuestra vida....En el vertiginoso cotidiano intentemos hacer más altos en el camino para no perder el rumbo. Te lo digo a vos amigo del alma, me lo repito a mi ...
Mi propuesta es no enojarnos con la enfermedad que¨ elegimos¨ inconscientemente como refugio , como evasión a un presente que no queremos más. Necesitamos lucidez y coraje para conversar con ella. Sin criticas, sin quejas ,ni reclamos .Ser compasivos, solidarios con nosotros y desgajar la vida que llevamos para decidir si queremos continuar viviendo así o se impone inexorablemente algún cambio. Re-construir , re-formular , modificar , vaciar, podar , regar nuevas semillas , abrir nuevos surcos , fertilizar nuestro suelo. Animarnos a hacer algo distinto con un presente que alma no esta dispuesta a tolerar y canaliza a través de la enfermedad de su envoltorio fisico-el cuerpo- con profundo y visceral reclamo.
Escucharla es el camino y rectificar el rumbo de la existencia , el objetivo para visualizar los fuegos artificiales de la alegría genuina, dibujando sonrisas que brotan desde el corazón. Y recuperar la armonía . Esa sensación corporal –espiritual en que las distintas funciones se conjugan en una sinfonía celestial, luminosa, placentera. Donde es posible respirar con fluidez , escuchar la propia voz que gorjea de la garganta melodiosa y visualizar la vida con todo su calidoscopio de brillantes colores...
·inspirado en el libro de este titulo de estos dos autores: Dethlefsen y Dahlke
|
|
|
|
|
|