Especial para Comunidades
A horas de producido el múltiple atentado terrorista en las playas del Sinaí, que costó la vida a más de 30 personas y demolió el Hotel Hilton de la localidad egipcia de Taba, se estarían empezando a revelar algunas de las graves y vastas implicancias de este feroz hecho de sangre.
En la tarde del sábado 8-10, el director general del Shin Bet, Avi Dichter, mantuvo una reunión de urgencia con su par egipcio, Habib Adli, en Taba, Egipto. El motivo era coordinar la acción antiterrorista en el Sinaí, debido a que no hay ninguna seguridad de que no vaya a producirse una segunda oleada de atentados, tal como lo señalara Dany Arditi, principal asesor antiterrorista israelí, al Primer Ministro Ariel Sharon. Por ese motivo, los 2000 israelíes que aún permanecían en el Sinaí después de los atentados, fueron urgidos a retornar sin más trámite, en tanto que el alerta continuaba en pie. Sin embargo, una orden impartida previamente por Adli –un profesional respetado en Israel- habría causado inquietud en círculos de seguridad israelíes: revisar uno por uno los ingresos de ciudadanos israelíes al Sinaí en los días previos al atentado. Esto obedecería a uno hecho tan cierto como preocupante: la manera más simple de ingresar a Taba es con un pasaporte israelí. Los palestinos, por ejemplo, no pueden ingresar a Taba (a menos, por supuesto, que cuenten con un pasaporte falso). La hipótesis subyacente es que Al Qaeda pudo haber “plantado” una célula terrorista dentro de Israel: los árabes israelíes tienen pasaporte israelí (de hecho, varias de las víctimas del atentado eran árabes israelíes). Otra posibilidad es que los terroristas se hallasen entre los pasajeros extranjeros de Taba (que tampoco son demasiado revisados). Había un gran número de pasaportes rusos en el Hotel Hilton; posiblemente, muchos de ellos fueran israelíes con doble nacionalidad. ¿Habría entre ellos ciudadanos rusos provenientes del Cáucaso Norte?. Sea como fuere, la cumbre no arrojó resultados tranquilizadores: en la misma tarde del 9-10, se declaró el estado de alerta antiterrorista en todo el territorio egipcio, y en especial en El Cairo, donde en horas de la noche podían verse refuerzos policiales y retenes en los principales cruces carreteros. La medida fue acompañada por otras similares en Turquía y Tailandia. Los Estados Unidos recomendaron a sus ciudadanos abandonar el Sinaí cuanto antes, siguiendo el ejemplo israelí.
Respecto a los egipcios, las precauciones no son para menos. El atentado no sólo afectó Taba: otras dos localidades (Ras el Satan y Nueiba, ambas ubicadas al sur de Taba) también fueron bombardeadas por los terroristas. En esta última se estaba desarrollando una importante reunión de trabajo del gobierno egipcio; en efecto, unos 40 miembros de la cúpula económica y financiera, en su mayoría allegados a Gamal Mubarak, hijo del presidente Hosni Mubarak, estaban presentes al momento de producirse el atentado. De ellos, 28 fueron alcanzados por la explosión; los restantes, evacuados en el propio avión presidencial. La reunión no era conocida por el público egipcio, pero sí por los terroristas, lo que hablaría de una eficaz red de inteligencia dentro de Egipto.
Según las pericias iniciales de los expertos en explosivos, las trazas revelarían su procedencia: Irán. Israel habría detectado hace tiempo la presencia activa de Hezbollah en el Sinaí, aunque no pudieron evaluar su magnitud. Debido a ello, se había cursado reiteradamente la advertencia de no viajar al Sinaí. Sin embargo, los turistas israelíes, increíblemente, desoyeron los avisos: había 15000 israelíes allí de paseo para la festividad de Sucot. ¿Es este otro trabajo en conjunto de Irán con Hezbollah?. Tal vez, pero el sello de Al Qaeda –ataques múltiples y masivos-, parece inconfundible.
El nexo entre Hezbollah y Al Qaeda dejó de ser novedad desde el momento en que el mega- terrorista libanés Imad Mughniye se unió a las huestes de Bin Laden, pero el involucramiento de Irán ha sido, cuanto menos, discreto (se cree que los explosivos que estallaron en Estambul el año pasado también eran de procedencia iraní). Oficiales egipcios de seguridad especulaban con la posibilidad de que las bombas llegasen a bordo de alguno de los yates que navegan en el Mar Rojo y que atracan en los embarcaderos de la península. La mayoría de estos yates son sauditas.
La tensión política entre Israel e Irán ha venido en aumento en las últimos meses, con intercambio de amenazas y declaraciones hostiles. Los iraníes afirman haber probado con éxito un misil balístico de gran poder que podría alcanzar a Israel, y ha sido acusado de procesar uranio enriquecido con el fin de producir armamento atómico. El tema de Irán ha estado también presente en la campaña presidencial norteamericana.
Una vez más, en el Medio Oriente, se están batiendo parches de guerra.
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