Con el frío del invierno se comienza a sentir en las kehilot ese gustito a majané, el primero del año. Cada Comunidad está, por estos tiempos, entretejiendo lo que será sin lugar a dudas uno de los mejores momentos del año para cada uno de sus janijim. Se trata del campamento de invierno y detrás de éste, muchas cosas se deben tener en cuenta para que todo salga espectacular. En respuesta a lo que muchos se preguntan sobre si es difícil preparar un majané, acá van algunas cuestiones interesantes: en primera instancia se debe escoger un lugar, probablemente una estancia, club, quinta o camping. Los favoritos de los directores de juventud para este año son El Pino, Las Clavelinas y SMATA, ya que están muy bien equipados para recibir a grandes contingentes.
Los puntos que no se pueden obviar a la hora de elegir el lugar es que esté provisto de agua caliente, calefacción, seguridad, cobertura médica, espacio suficiente para realizar actividades al aire libre, espacios cubiertos por si tocan días feos, lugar para comer y dormir, etc.
El segundo paso consiste en contratar a un concesionario alimenticio y armar un menú para todo el majané. Luego vendrá la hora de llegar a nuestro campamento, así que no podemos dejar de contratar a los micros que nos deberán transportar.
Posteriormente se hacen las fichas que los chicos completarán con sus datos médicos, se informa a los organismos de seguridad internos sobre los detalles de lo que vayamos a realizar, se hacen todas las compras de materiales y finalmente se lanza el majané para que todos puedan anotarse.
Bien, creo que esto es básicamente lo que cada director tiene en cuenta para que estén dadas las condiciones que permitirán, dentro de muy poco tiempo, tener ese fogón inolvidable, aquella peulá para el recuerdo, los momentos compartidos con nuestros grupos y madrijim y todas las anécdotas imborrables que en estas situaciones siempre nos quedan grabadas. ¡Que lo disfruten!
Pablo Stark
starkpablo@hotmail.com
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