El Internet se consolidó en la última década como el medio de comunicación masivo por excelencia: Representante de la libertad de opinión y comunicación, juega un rol invalorable en la transmisión de ideologías fascistas (por dejar de lado al menos por ahora el material pornográfico y terrorista que se mueve en la red).Bastos grupos antisemitas han logrado consolidarse utilizando este para nada ingenuo medio(basta recordar el recientemente legalizado grupo de Biondini).
Mientras sumergía mis narices en la basta red informática, me encontré, para mi sorpresa, con un ataque de los más original, por que negarlo. Esta vez el ataque no era contra el Sionismo, ni contra Israel, ni contra la dirigencia políticas ni contra el poder económico... aunque reuniendo en su articulo estas acusaciones, se hallan supeditadas a otra: el valor de la mujer.
La exposición, cuyo autor me es desconocido (pero aparentemente forma parte de una organización española denominada CEDADE), comienza estableciendo la posición del nazismo con respecto a las mujeres, de quienes dicen "que según la naturaleza están dotadas de características propias que la hacen diferente al hombre, por suerte, porque sino seriamos todos unos homosexuales", demostrando ya desde el inicio de la exposición su formación intolerante.
Inmediatamente trae un afiche de la propaganda nazi en el que una madre esta sosteniendo al hijo; en el epígrafe explica que representaba el profundo valor que se le daba a los niños. Cabe aclarar que tan profundo era el valor que se les daba que no solo niños y bebes no arios fueron asesinado sino también muchos que aunque arios, eran discapacitados o minusválidos.
La exposición continua así: " la delicada y trascendental tarea de la mujer madre ha sido menoscabada y tergiversada por la propaganda judía, a través de sus medios de información e influencia"
Creen ver en el judaísmo una participación decisiva y definitoria, del movimiento feminista, con miras a destruir el rol de la mujer en la familia que es el grupo de formación por excelencia y en gran parte base de toda sociedad.
Hasta hablan del caso de Mónica Lewinsky, la "famosa" becaria de la casa blanca, como un método que utilizo la cúspide judía para chantajear a este ultimo, sin ningún reparo al denigrar de tal modo a las mujeres.
En realidad quienes no tienen ningún tipo de escrúpulos al escribir estas barbaridades son ellos, que no dudan un instante al recurrir a nuestras fuentes bíblicas para sostener la acusación; En este caso toman la historia de Esther (mujer judía que salvo al pueblo judío de una gran masacre en Persia) como base para explicar la poca estima que el judaísmo tiene para con las mujeres "entregándolas" a cambio de ciertos favores políticos y económicos, cuando en realidad la historia debe ser vista desde un ángulo diferente, en el que la opresión y denigración no se hacían sentir sobre la mujer sino sobre el pueblo judío en su conjunto, lejos de esto en esta historia es ala mujer con su profundo valor e integridad a quien exaltamos y agradecemos nuestra supervivencia.
Ya sobre el final, se habla de los judíos como " los peores machistas de la historia, que ven a sus mujeres como meros aparatos de incubación y de reproducción"
Evidentemente nada sabe esta gente de que es la mujer el pilar de nuestros hogares judíos, que es ella quien carga con toda la bendición divina ya quien la esparce en el hogar, son múltiples las leyes talmúdicas que se refieren a las mujeres y a la importancia de cuidarlas y de la importancia de ser dos (marido y mujer) en el camino hacia Dios y la vida judáica.
Nuestras matriarcas son símbolos de la concepción de la mujer que el judaísmo tiene en sus bases, es decir el de mujeres fuertes y fundamentales no solo en el hogar sino también en la construcción de nuestra historia. Basta recordar que Dios le dice a Abraham que escuche a Sara su esposa y que se guíe por ella para comprender de una vez por todas como las acusaciones que recibimos son infundadas y hasta ridículas. Por lo tanto no debemos dudar a la hora de responder y refutar estas acusaciones que no hacen sino denigrarnos y fomentar el ya caldeado antisemitismo.
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