Miami Beach - Florida

Miami Beach / Una comunidad activa bajo el sol de Florida

Miami - Museo Judío

Miami - Templo Emanu-El

Miami - Holocaust Memorial

Miami - Holocaust Memorial

 

Desde sus orígenes, Miami Beach siempre contó con una fuerte población judía estable, una de las comunidades más numerosas e influyentes de la isla.

A pesar de tratarse de una ciudad tan pequeña, Miami Beach es la segunda ciudad con mayor proporción de población judía en los Estados Unidos, sólo después de New York.

Por ello, no son pocos los lugares de interés judaico que podemos visitar cuando estemos en Miami Beach.  A nuestros días de playa, sol, shopping e intensa vida nocturna, podemos agregar las visitas a museos, memoriales y conocer sinagogas y comunidades con historia y gran belleza arquitectónica.

El Museo Judío de Florida es, tal vez, el lugar de interés judío más visitado en Miami Beach. En primer lugar, su atractivo se encuentra en el patrimonio arquitectónico del lugar que lo alberga: dos históricos templos ortodoxos construidos en estilo Art Decó, que datan de 1929 y de 1936 y son los más antiguos que siguen en pie en la ciudad.

El museo fue inaugurado en 1995, luego de una inversión millonaria para la restauración de una de las sinagogas. En 2007, la institución se amplió hacia el templo más antiguo, ubicado enfrente, luego de una obra que tomó un año, y se construyó una impactante galería vidriada que une a ambos edificios.

En ellos, se pueden observar 80 magníficos vitrales inspirados en tefilot y en pasajes de la Torá, así como una enorme bóveda de cobre con influencias de estilo árabe.

Pero no sólo la arquitectura de los edificios atrae a visitar el Museo Judio de Florida, sino sus muestras históricas y artísticas itinerantes y, en especial, su exhibición permanente: MOSAIC: Jewish Life in Florida (“Mosaico, la vida judía en Florida”) que, a través de fotografías y de documentos, ilustra la vida de la comunidad en la zona, desde la instalación de los primeros pobladores judíos en el siglo XVIII.

La ciudad cuenta también con un Museo del Holocausto, destinado a preservar la memoria de la Shoá y a concientizar a la población no sólo acerca del Holocausto nazi, sino sobre la diversidad, el respeto por las diferencias y sobre los distintos genocidios en la historia de la humanidad. Fue fundado por Walter Loebenberg, empresario oriundo de San Petersburgo, quien escapó de la Alemania Nazi en 1939 y sirvió al Ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, más impactante aún que el Museo es el Memorial del Holocausto, que fue inaugurado en 1990.

Con el sol y el relax de Miami, contrasta y convive el desgarro de un monumento que refleja el dolor de las víctimas de la Shoá.

En su inauguración, disertó nada menos que el poeta y premio Nobel Elie Wiesel, sobreviviente de la Shoá. El Memorial está  ubicado sobre Meridian Avenue, y fue construido con fondos donados por sobrevivientes del horror nazi.

Una enorme mano de hierro de 13 metros de altura arrastra a las víctimas a la calamidad, con esculturas de hombres, niños y mujeres oprimidos por esta mano del horror. Alrededor de la mano,  un pequeño lago con plantas flotantes transmite calma, en oposición al monumento, representando, quizás, la esperanza. Rodeando tanto el lago, como el monumento, un túnel oscuro de piedra recuerda a las víctimas de los campos de concentración, con sus nombres grabados sobre su superficie.

Además de los museos y del Memorial,  Miami Beach cuenta con alrededor de diez sinagogas, una cantidad importantísima de instituciones si se tiene en cuenta la pequeñez de la isla, otro parámetro de la influencia de la comunidad judía en la vida cotidiana y en la población estable de esta ciudad.

Algunas de las más importantes son el Templo Emanu-El, situado en la Av. Washington, perteneciente al Movimiento Conservador, que cuenta con un imponente edificio de estructura abovedada y con una fuerte congregación; la filial de Jabad de Miami Beach, la comunidad Beth Israel, de corriente ortodoxa, y la comunidad Menorah, adhiriente al movimiento Reformista.

En Internet se pueden encontrar datos de todas ellas, antes de viajar, se puede averiguar los horarios de los servicios.

Participar de una tefilá en una sinagoga de otro país es una experiencia más que enriquecedora y recomendable, que no sólo nos permitirá ver cómo es un servicio religioso en otras latitudes, sino también conocer los edificios de las sinagogas y conversar con la gente de la congregación.

Desde DelaCole.com, recomendamos que todo judío visite al menos un sitio de interés comunitario durante su estadía en Miami, según sus gustos y su punto de acercamiento al judaísmo, ya sea religioso, visitando una de las múltiples sinagogas, según la corriente que cada uno siga; histórico o cultural, visitando un museo, o social, buscando otras actividades culturales dentro del marco comunitario judío.

Vale la pena, estando allí, vivir la experiencia de sentir cómo palpita la comunidad judía de Miami.
 
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