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Cine / Apuntes críticos de la realidad - Parte I

Parte I: Reflexiones fílmicas sobre el conflicto israelí-palestino

El Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, en su onceava edición, nos acercó nada y nada menos que cinco películas israelíes. Tal cantidad de films nos muestran, por un lado, la vitalidad con la que cuenta hoy el cine israelí, y por otro lado, que determinados sucesos relevantes de la actualidad poseen su correlato en películas que se atreven a dialogar con la realidad, y a establecer un debate profundo en base a ella.

Ninguna de las cinco películas en exhibición se aleja de los grandes temas políticos que aquejan al pueblo judío en general y al estado de Israel en particular. De las cinco, dos de ellas refieren a la shoá, dos trabajan sobre el conflicto israelí-palestino (ya sea enfocándose en el actual conflicto bélico en la Franja de Gaza, o en la disputa histórica) y una trabaja sobre el concepto de “antisemitismo”. Cuatro de ellas son documentales, y una aborda el material documental desde la animación. Pero todas ellas evitan el discurso oficialista, y se animan a plantear las preguntas que aquejan (hoy y desde siempre) a la sociedad israelí.

La más importante, sin dudas, es Vals con Bashir . Nominada al Oscar, Ari Folman, su director, se coloca como protagonista para intentar ejercitar su frágil memoria y evocar lo vivido como miembro del ejército en las masacres de Sabra y Shatila de 1982. Desde esa postura, y mediante el recurso de la animación (con secuencias creadas de manera animada, y otras animadas sobre material previamente filmado), la película trata a la memoria no como algo fijo y estanco, sino como una forma abierta y compleja de reconstrucción del horror, con la evocación pesadillesca como efecto alucinatorio propio de la monstruosidad de la guerra. Más allá de que la película no establece una crítica concreta al papel del ejército israelí en aquellas masacres, su original propuesta apela a la denuncia del horror y la locura de cualquier contienda armada.

Otra de las películas que sorprende por su lucidez a la hora de trabajar con el conflicto israelí-palestino es Z32 , de Avi Mograbi. A partir de un acontecimiento en particular, la orden impartida al ejército israelí de asesinar a seis palestinos, sin importar su identidad, luego del ataque terrorista que terminó con la vida de seis soldados israelíes en febrero de 2002, Mograbi se plantea cómo retratar a un soldado que debió cumplir esa orden. Según Mograbi "una acción militar de venganza es propia de una organización criminal o terrorista. Pero no debería ser la estrategia de un Estado democrático" . Y de esa manera, el retrato (con el rostro transformado para la ocasión) de un soldado que participó de una matanza orquestada, le sirve a Mograbi para extender sus interrogantes a toda la sociedad israelí. ¿Cuál es el destino de aquellos jóvenes que se ven obligados a matar? ¿Qué queda para aquellos que se niegan a ingresar al ejército? ¿Cuáles son los límites de una guerra que no parece estar delimitada? Mograbi, con un compromiso político de años, y con varios documentales políticos en su haber, se plantea con audacia la forma estética que debe adoptar para retratar los sentimientos contradictorios de aquel que se vio obligado a asesinar.

Leo Aquiba Senderovsky
 
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