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Doscientos rabanim y dayanim de toda Europa se reunieron en Varsovia con motivo del mayor encuentro de líderes religiosos judíos en Polonia desde la Segunda Guerra Mundial.
La reunión de la Conferencia de Rabinos Europeos (CER) se focalizó en diversos temas que afectan a las comunidades judías de Europa y de todo el mundo, entre los que se incluyeron el tema de la identidad judía de personas que no practicaron el Judaísmo en dos o tres generaciones. Este tema resulta importante en países como Polonia donde muchas personas que tenían ancestros judíos quedaron tan traumatizados por el Holocausto y el antisemitismo de la posguerra que decidieron vivir como seculares o directamente como cristianos durante décadas, y solamente en la actualidad han vuelto a abrazar la vida judía.
Otro tópico de discusión fue una iniciativa lanzada por roganizaciones de derechos humanos y organizaciones médicas en Inglaterra, Holanda y Finlandia, para prohibir la circuncisión de varones por debajo de la edad de 18 años.
El Rabino Menajem Gelley, de Londres, quien es Vicepresidente de la Conferencia de Rabinos Europeos (CER), y un importante dayan, declaró que un numeroso grupo de miembros de la organización médica más importante británica –la British Medical Association (BMA)- había lanzado la batalla contra la circuncisión.
El Rabino Gelley convocó a sus pares rabinos y a autoridades judías para que tomaran parte en la batalla, por ejemplo, a través de armar una organización oficial de mohelim autorizados, los cuales serían reconocidos en los países europeos y servirían como una fuerza importante para desbaratar ese movimiento.
Otro de los temas discutidos fue la prohibición de facto de la matanza ritual –shejitá, que fue presentada por la cámara baja del parlamento holandés.
El Presidente Bronislaw Komorowski de Polonia respaldó el derecho de los judíos para tener la matanza ritual de animales y criticó duramente al parlamento holandés.
El Rabino Iaacov Dov Bleich, quien es miembro del comité ejecutivo de la convención, declaró que el presidente polaco comparó al movimiento holandés con una ley antisemita aprobada en Polonia en los años 1930 inspirada en el régimen nazi.
Durante el encuentro anual, el CER demostró sus fuertes lazos con los jefes de estado europeos y otras importantes autoridades a través de una cena festiva a la cual asistieron representantes de la presidencia de la Unión Europea y del gobierno polaco, como así también los embajadores de Francia, Inglaterra, Rusia, Alemania, Turquía, Italia, Holanda y Lituania.
Algunos de los rabinos se reunieron con “gentiles justos” polacos, que arriesgaron su vida para salvar a judíos durante la guerra.
En los últimos 30 años, la población judía de Polonia creció, pasando de tan sólo unos pocos miles a más de 20.000.
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