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Desde la lejana BELDZ (Besarabia) surgió la raíz, que atravesando el océano, se implantó en la planicie entrerriana, para brotar, fortalecida espiritualmente, comenzara a dar sus frutos generosos.
De allí, mi abuelo DON JOSE SCHEJTER, trajo, junto a su afán de trabajar la tierra, la cultura IDISH, pero también la tradición milenaria del pueblo JUDIO.
Al surgir, la erección, de un BETH HAMIKDASH, surgió la imperiosa necesidad de alabar y elevar sus plegarias a HASHEM.
Y, mi padre, heredero de su regiolisidad, también aprendió, cuando ya hombre, que, junto a la reja del arado, también debe llevarse la semilla tradicional paterna.
Yo me eduque en el seno de una familia tradicional judía, y mamé todo lo que mi pequeña mente infantil veía y escuchaba.
Los cuentos del ZEIDE JOSE sobre la Torá, y sus enseñanzas prendieron en mí como la semilla sembrada en tierra fértil.
Y, hoy, la quinta generación, mis nietos, me han ganado el corazón y el alma, ya que mi hija, heredera de los ancestros tuvo la iluminada idea de enviarlos a TORA UMESORA, un seminario de alta calidad, porque allí se imparte LA ESENCIA VIVA Y PROFUNDA DE LA HALAJA Y LA TORA.
Dice un dicho popular judío: TOIRE IS DIBESTE SJOIRE (LA TORA ES LA MEJOR MERCANCIA), y es así porque no cuesta nada pero su valor es infinito, porque es la legendaria y verdadera fortuna del pueblo judío.
El orgullo y la emoción que sentí al oírlos recitar y rezar las TEFILOT EN TORAH UMESORA DONDE PASE ROSH ASHANA, me produjo una vibración tan inmensa que mi alma parecía flotar ante las palabras divinas de ellas.
Ojalá muchos padres concientes procedan como mi hija, y rescaten estas NESHAMOT prístinas y puras, para guiar a sus hijos por el camino correcto a los fines de resguardarlos de esta cruel tragedia del holocausto blanco que es la temida asimilación.
Solo así el escudo protector que significa la TORA Y LAS HALAJOT cubrirá de este riesgo a la juventud, a los fines de no errar el camino, como lo compruebo yo, que no tuve la inmensa suerte de poder acceder a este templo del saber.
Ojalá que en un futuro no muy lejano contemplemos ufanos y orgullosos, que la fortuna más grande es el rescate de los valores esenciales del pueblo judío.
ABRAHAM SCHEJTER -VILLA CLARA, ENTRE RIOS-
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