La Voz Judía


La Voz Judía
Memorias de un viajero
Por Jay Levinson

La isla de Ellis fue la puerta a una nueva vida para más de 12 millones de inmigrantes en los Estados Unidos, entre 1892 y 1954. La isla (que fue ampliada artificialmente) fue la primer estación de proceso frente a las playas de Manhattan. Hoy en día lo que solía ser Fort Gibson, una estación de inmigración, se ha convertido en un museo que recibe millones de visitantes al año.
Los inmigrantes vinieron de todos los países. Unos 100.000 armenios buscaron refugio en los Estados Unidos después de las masacres de 1915 – 1916. Los refugiados de las Indias Occidentales llegaban a 350.000. Pero, los judíos que escapaban de las persecuciones de Europa, eclipsaron estos números. Nuestros antepasados escaparon de los pogroms – en Kishinev (1903), y Bialystok (1905). Según informan los documentos exhibidos en las paredes del museo, en 1906 un grupo del Departamento de Inmigración viajó a Europa para determinar por qué tantos judíos se iban de sus hogares. La inmigración siguió. Después de un respiro durante la Primer Guerra Mundial, cuando viajar resultaba difícil y la isla de Ellis servía para propósitos militares, los inmigrantes comenzaron a llegar nuevamente, en grandes cantidades. Solamente en Ucrania hubieron más de 120 pogroms contra los judíos; en Proskurov, 1500 judíos fueron asesinados en un día, el 15 de febrero de 1919. Polonia también se convirtió en un centro para el antisemitismo. Y muchos de los que se escapaban de Europa encontraban un nuevo hogar en los Estados Unidos.
Fue en la isla de Ellis donde fueron determinados los futuros de muchas personas. Un día de mucho trabajo más de cinco mil inmigrantes eran procesados. En 1905 se inauguró una estación de tren en la isla para facilitar el viaje a las distintas ciudades de Norteamérica, donde habían oportunidades de trabajo. En los años subsiguientes, fueron apareciendo restricciones en la ayuda a los inmigrantes. En 1917 se hicieron exámenes de alfabetismo como requisito para ingresar al país. Al mismo tiempo comenzaron a hacerse exámenes psicológicos y de comparación de formas. Los exámenes médicos identificaban a los enfermos, y aquellos con enfermedades incurables eran deportados; otros eran trasladados a hospitales locales. A lo largo de los años 3500 inmigrantes murieron en la isla mientras esperaban que se resuelvan sus casos, y por otro lado, 355 bebés nacieron en el lugar. En total, dos de cada cien posibles inmigrantes llegaron a acercarse a Nueva York, pero fueron capturados y deportados a sus países de origen.
A medida que el tiempo fue transcurriendo, la inmigración a los Estados Unidos se fue haciendo cada vez más restringida. En 1921 se limitó la cuota de inmigrantes a 350.000. Tres años después la cantidad de inmigrantes a los Estados Unidos fue limitada a 165.000 y el auge de la isla se detuvo. Incluso ese número era considerado demasiado alto durante la era xenofóbica de la posguerra, y en 1927 la cuota quedó en 150.000 personas.
No todos los que viajaban a Nueva York pasaban por la isla. Los pasajeros de primera y segunda clase desembarcaban en Red Hook, un punto que queda en Brooklyn cerca de Narrows (cerca de lo que hoy es el Puente Verrazano entre Brooklyn y Staten Island). Sólo los pobres de las clases más bajas pasaban por el proceso de inmigración de la isla de Ellis.
Lentamente, la isla se está desarrollando turisticamente. El edificio principal de procesamiento han sido restaurados para recibir a los visitantes. El museo tiene propiedades judías típicas – bolsas de talit y tefilin, e incluso un libro en Yiddish. Al lado del programa de restauración está la clínica y varios edificios asociados.
También hay un servicio para buscar información sobre parientes.
Para llegar a la isla uno debe tomarse un transbordador desde Manhattan o Nueva Jersey. Es el mismo transbordador que para en Liberty Island (donde está la Estatua de la Libertad). Hacen falta entre una y dos horas para visitar la isla.

 

Nro 350  Tamuz del 5764 / Julio de 2004

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