El pasado 4-09, aviones de combate de la Fuerza Aérea de Israel sobrevolaron la localidad polaca de Aushwitz-Birkenau, sitio en el que funcionó el más infame campo de exterminio de la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El sobrevuelo, de carácter conmemorativo, fue realizado por tres aparatos F-15 Eagle (“Aguila” en inglés), el avión de caza más potente del mundo.
Los F-15 israelíes, con el reluciente Maguén David de color azul, habían despegado de la base aérea de Tel Nof y se reaprovisionaron de combustible en vuelo durante la larga travesía hasta los cielos de Polonia. Al acercarse a Auschwitz, los aviones realizaron una maniobra de aproximación a baja altura siguiendo el trazado de la vía férrea que conducía al campo, hasta alcanzar la ominosa plataforma en la que los nazis separaban a quienes enviarían a las cámaras de gas. “Sólo pensar en esto me estremece. Lo he soñado durante quince años. Será muy conmovedor para mí”, dijo el general Amir Eshel, comandante de la base de Tel Nof y oficial al mando del operativo al diario Jerusalem Post. “Volaremos sobre Auschwitz y demostraremos el poderío de la Fuerza Aérea de Israel en el mismo lugar donde le ocurrió al Pueblo Judío su más horrible tragedia”, afirmó el general Eshel, cuya familia materna fue masacrada por los nazis. “Esto simboliza mucho respecto de donde venimos y hacia donde nos dirigimos”, concluyó.
La idea del sobrevuelo había surgido tiempo atrás, al ser invitado Israel a participar de las ceremonias con motivo del 85ª aniversario de la creación de la Fuerza Aérea polaca. La aviación israelí (“Heil HaAvir”, según su denominación en hebreo), aceptó la invitación, y decidió enviar aviones para unirse a otras fuerzas aéreas participantes del evento, y realizar demostraciones acrobáticas sobre la base de Radom, a 250 kilómetros de Varsovia.
“Nosotros estamos regresando a un país en el que hubo un intento de aniquilar al Pueblo Judío. No sólo estaremos recordando a los millones asesinados en el Holocausto...sino que también demuestra nuestro poder, vitalidad y versatilidad en la actualidad. Ir a Polonia es también mostrar nuestro alcance y capacidad de operar en territorios distantes y desconocidos” dijo el capitán “Shai” (su verdadero nombre es secreto), al mando del jet líder. “Para nosotros, regresar en los F-15, el mayor símbolo de fuerza de la Nación Judía, representa todo el itinerario que nuestro pueblo ha seguido. Me sentiré muy orgulloso”, agregó.
En las cabinas de los tres aviones, cuyos motores tronaron sobre Auschwitz, se hallaban placas con los nombres de aquellos judíos que fueron asesinados en la misma fecha, exactamente 60 años atrás. El acto, en tierra, fue acompañado por una comitiva mixta de oficiales polacos e israelíes. Dos cazas polacos escoltaron a los aparatos israelíes hasta las inmediaciones del lugar.
“Nosotros, pilotos de la Fuerza Aérea, volando en los cielos de los campos del horror, surgidos de las cenizas de millones de víctimas y llevando en nuestros hombros su silencioso llanto, honramos su coraje y prometemos ser el escudo del Pueblo Judío y de su Nación, Israel”, dijo el general Eshel, en un mensaje transmitido por altoparlantes a la concurrencia en tierra.
Sin duda, seis millones de almas judías estuvieron presentes allí, acompañando a los aviones de un Israel que tal vez soñaron, orgullosas de sus héroes de hoy. Los héroes de un Pueblo Judío que por siempre seguirá de pie.
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