El profesor Yosi Goldstein, especialista en Judaísmo Contemporáneo de la UHJ, que estuvo en Argentina invitado por los Amigos Argentinos de la Universidad Hebrea de Jerusalem , dialogó Comunidades acerca del plan nuclear iraní, los peligros para Israel, el momento que vive Medio Oriente, y la problemática existente con el movimiento BDS.
Por Luciano Stilman, especial para Comunidades
- Con la situación actual que está viviendo Medio Oriente, ¿cuál es su visión del acuerdo nuclear con Irán y cuáles pueden ser los peligros para Israel?
Lo más importante es comparar las opiniones de diferentes académicos y científicos, porque la polémica con respecto al acuerdo es bastante subjetiva e ideológica. Hay que rescatar opiniones de expertos en seguridad de Israel y no sólo de políticos, como ser de jefes del Mossad y del servicio de inteligencia que se han expresado en forma más equilibrada y han dicho que la postergación de 10 años en la carrera nuclear de Irán, permitirá a Israel acumular herramientas para combatirlo eventualmente. Lo que tenemos que hacer es un balance que incluya lo positivo y lo negativo. Como israelí, me cuesta ser objetivo, Irán no es confiable, ya ha demostrado una y otra vez que no lo es. Este es un acuerdo táctico para Irán y para Barack Obama . Me parece que el balance llama a una reflexión más sistemática tiene sus aspectos positivos, como la postergación a 10 años, que Irán reconozca que había empezado una carrera armamentística nuclear, cosa que negaba sistemáticamente, y tiene otros ribetes positivos como el monitoreo de las bases nucleares; pero por otro lado hay una desconfianza hacia un país que no ha merecido una confianza internacional en los últimos años, la posibilidad que se liberan de sanciones económicas, de liberar fondos colosales que pueden ser también derivados a causas del terror. Cabe también acentuar que el acuerdo se concentra específicamente en lo nuclear y el Gobierno norteamericano se ha negado a incluir otras causas como el involucramiento de Irán en Siria, el apoyo a Hezbollah como grupo terrorista, la posibilidad de incurrir en atentados terroristas en el mundo en forma directa a través de las Guardias Revolucionarias, o de forma indirecta a través de su principal aliado que es Hezbollah en el Líbano.
Hablando de Irán, en el acuerdo no se hizo mención al atentado e investigación contra la AMIA.
Hay que aclarar que en Argentina se debate entre lo que es la pista iraní y la pista siria, pero no hay diferencia entre ambas, hay una interconexión casi simbiótica entre el presidente sirio, Bashar al Assad, y la alianza con Hezbollah como partido revolucionario chiíta en Líbano, y por supuesto con Irán, como República Islámica gobernada por la elite chiíta. Dividir entre ambas pistas es absurdo. Irán tiene un plan global para incurrir en el terror y lo ha demostrado de forma directa y a través de Hezbollah. Desligar a Irán del atentado contra la AMIA y contra la Embajada, es un absurdo que apunta a otros intereses por la manipulación de la información.
- Y con respecto al memorándum de entendimiento, ¿cómo lo ve Israel?
Es de rechazo porque Israel ve a Irán desde una mirada que no sólo tiene que ver con el armamento nuclear, sino que tiene pretensiones hegemónicas en toda la región, que difunde el terror en Yemen a través de atentados de aliados. Queda muy claro que acá hay una mirada global. Irán ha declarado en forma directa, incluso después del acuerdo del 14 de julio, que va a continuar con sus políticas con respecto a Israel y a EE.UU.
- ¿Cuál es la estrategia de Israel de cara a esta situación?
Israel tiene esta mirada crítica que es más que justificada, pero también hay una falta de estrategia de los objetivos de las críticas israelíes. No puede haber una política de esclarecimiento israelí basada en lineamientos dictados desde afuera, por los apoyos desde EE.UU. y del Partido Republicano, y sin una claridad de cómo plantear y difundir la postura israelí. A todos nos queda claro que toda la política de esclarecimiento frente al acuerdo con Irán, o con respecto a otras temáticas que están en debate y son polémicas, está íntimamente ligada al estancamiento de las negociaciones de paz con los palestinos. Esa es la clave de lo que está ocurriendo hoy en día. Hay una sensación de estancamiento y de que el status quo puede continuar, que es seguir contando con un apoyo a nivel de seguridad de la Autoridad Palestina y que va a poder controlar la división del Gaza y Cisjordania. Esto va a cambiar en corto plazo, no puede mantenerse la estrategia israelí solo en base a eso. Los sucesos de violencia que estallaron en los últimos meses, con el debate en Israel acerca del posible inicio de una tercera Intifada palestina, y el discruso de Abbas en la ONU, demuestran que está finalizando la era del staus quo en lo referente al conflicto israelí-palestino.
- En otro aspecto ¿cuáles son los objetivos del movimiento BDS y quién impulsa a las manifestaciones?
Todo este supuesto movimiento, que en realidad es una coalición de movimientos, su núcleo principal proviene del liderazgo palestino histórico, que hace muchos años adoptó la política de aislamiento para intentar presionar a Israel políticamente. Existía ya hace muchos años una campaña palestina para boicotear académica y culturalmente a Israel, que no ha prosperado, pero se corporizó el 9 de julio de 2005 en lo que hoy se denomina BDS, este supuesto movimiento uniforme que llama al boicot, a desinversiones económicas y la aplicación de sanciones de todo tipo. El BDS incluye a una gama de sectores, pero el núcleo duro es muy antisionista, y deja traslucir en algunas campañas prejuicios antisemitas.
- ¿Cómo está compuesto este movimiento?
Tenemos por un lado el sector duro palestino que es antisionista y que eventualmente a través de la campaña de deslegitimación llama a la “dessionización”, lo que equivale a la destrucción de Israel, y que está incurriendo también en prejuicios antisemitas, no siempre, pero en muchos casos ocurre. Acá hay un doble o múltiple discurso que los desenmascara y los deja en descubierto a un profundo anti israelismo con ciertos ribetes antisemitas. Por otro lado, el otro sector incluye a judíos progresistas de Europa y EE.UU. que quieren presionar internacionalmente a Israel con respecto a las negociaciones de paz con los palestinos y una solución en el corto plazo de dos Estados. Difícilmente a este otro sector podemos mencionarlo como antisemita. Entonces, hay que cuidarse de señalar que todo el movimiento, que en realidad es una coalición, como antisemita.
- ¿Es un peligro para Israel?
Por ahora no es un peligro estratégico, porque casi ninguna universidad ha boicoteado oficialmente a una institución israelí, sino que son declaraciones estudiantiles que no cambiaron ni modificaron las decisiones de las autoridades. Sí el potencial es de impacto económico, hay llamados como por ejemplo por parte de la Unión Europea, a señalar productos que provienen de los asentamientos, y hay empresas israelíes que ya están sufriendo este impacto, como Soda Stream que se hizo famosa por las declaraciones de la actriz Scarlett Johansson que promovía el producto en los EE.UU.. La empresa tuvo que mudarse a la zona de las afueras de Beer Sheva, causando el despido de centenares de palestinos que trabajaban en esa empresa. El balance es muy negativo desde el punto de vista del BDS, pero no impacta en grandes políticas, no afecta más allá de temas puntuales como empresas específicas, pero hay que estar atentos para que no se convierta en una bola de nieve. Sin embargo, hoy por hoy no constituye una amenaza estratégica, pero Israel debe tomar en cuenta esas actitudes internacionales, ya que el 35 % de las exportaciones de Israel son a la Unión Europea, y un 10 % más al resto de Europa, entonces no le puede dar la espalda. Hay empresas que se han mudado para que no se les apliquen sanciones. Acá hay una cuestión política por parte de la Unión Europea, no una actitud antisemita.
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