El profesor Iddo Gal visitó semanas atrás nuestro país para brindar charlas sobre un estudio denominado “numerancy” el cual busca mejorar la capacidad de las personas para utilizar matemáticas y estadísticas para situaciones comunes de la vida. Dialogó con Comunidades acerca de las investigaciones vigentes, cómo se aplica este trabajo en la población, y las problemáticas mundiales sobre la educación en matemática y su aplicación en el día a día.
Por Luciano Stilman, especial para Comunidades
- ¿Cuáles fueron los objetivos del viaje a la Argentina que realizó hace pocas semanas?
Vine como parte de las actividades que realiza la Asociación de Amigos de la Universidad de Haifa, en Argentina, para dar conferencias y con el objetivo de fortalecer los vínculos de la Universidad con la comunidad judía local.
- Usted vino a la Argentina para hablar de la capacidad de las personas de interpretar los números, ¿cómo funciona?
Una de mis áreas de interés y de investigación es cómo la gente común (me refiero a los adultos normales, trabajadores, ancianos) pueden hacer frente a las demandas matemáticas y estadísticas de la vida cotidiana. Las escuelas enseñan matemáticas a los alumnos, pero hay una gran diferencia entre lo que enseña la escuela y las tareas reales que los adultos tienen que abordar. Algunas de estas tareas requieren a las personas para calcular o "manipular" los números de alguna manera, como por ejemplo pensar en la estimación de distancias, calcular los costos, hacer una planificación financiera a largo plazo, o cálculos para decidir cuándo o cuánto medicamento o insulina debe tomar si usted tiene diabetes. Sin embargo muy a menudo los adultos tienen que tener sentido o interpretar declaraciones cuantitativas, que no es otra cosa que calcular, comprender y ser capaz de pensar de manera crítica o cuestionar, por ejemplo, al leer los resultados de una encuesta en un periódico, al recibir una carta de una compañía de seguros, escuchar una asesoría médica, y en esos casos tiene que entender la probabilidad de efectos secundarios de un tratamiento, o si quieres ver algunas estadísticas en un sitio web del Gobierno con el fin de verificar una reclamación por un político. Estos son sólo algunos ejemplos pero muestran que la gama de tareas cuantitativas que se enfrentan los adultos es muy grande, y a menudo son muy diferentes de lo que enseñan las escuelas.
- ¿Cuáles son las perspectivas sobre la “numerancy”?
"Numerancy" (en algunos países la llamamos "alfabetización matemática") es un término en inglés que no tiene una buena traducción al español, y describe la capacidad, así como la motivación o la voluntad de los adultos para hacer frente a todo lo que acabo de describir previamente. Estamos hablando de una competencia compleja. No es suficiente tener conocimientos técnicos en matemáticas o estadísticas, sino que también es la necesidad de tener un poco de confianza en sí mismo, y la voluntad de no tener miedo de hacerle frente a una serie de tareas de una manera eficaz. Esto es lo que necesitan los países, ciudadanos activos con buenas habilidades y confianza en sí mismos. Esta es la razón por la que la "numerancy" tiene cada vez un mayor interés por parte de la comunidad educativa internacional. Por lo tanto, la “numerancy” es una de las competencias clave que se mide en grandes estudios comparativos a escala que están teniendo lugar en muchos países (como Argentina), como en un programa de evaluación llamado PISA que examina las habilidades de los estudiantes de 15 años en las escuelas, y en el habilidades de los adultos (de 16 a 65 años) en otro programa de evaluación llamado PIAAC que se ejecuta en más de 40 países (entre ellos casi toda Europa).
- ¿De qué manera la “numerancy” puede mejorar la capacidad de la gente?
Participé en PIAAC como un experto en un área que es justamente el tema que estamos abordando en esta nota. La encuesta (del estudio realizado en PIAAC) está a cargo de los gobiernos y en cada país tenemos una muestra de un mínimo de 5000 personas. Hasta el momento tenemos los resultados de 33 países. Los datos demuestran que en muchos países una gran proporción de la población adulta tiene bajas habilidades en matemáticas, así como en alfabetización y en otras áreas de habilidades. A veces hay una falta de correspondencia entre las competencias reales y las cualificaciones formales. Por ejemplo, en muchos países nos encontramos con personas que tienen títulos altos (por ejemplo, que terminaron la universidad), pero su capacidad real para resolver problemas y afrontar con eficacia las tareas cotidianas de lo que denominamos “numerancy” es bastante limitada. Israel también está participando en PIAAC pero sólo ahora terminó la recolección de datos y tendremos los resultados para el próximo verano. Actualmente presido el Comité Director para este estudio en Israel, y contamos con una muestra nacional de más de 5000 personas y la encuesta se llevó a cabo en 3 idiomas: hebreo, árabe y ruso, porque la población en Israel es muy diversa, y el Gobierno se preocupa por las habilidades de todas las personas. Esperamos que los resultados nos permitirán entender dónde hay focos de baja cualificación, para entender cómo las habilidades influyen en la capacidad de las personas para encontrar un empleo u obtener nuevamente la fuerza laboral después de que fueron despedidos; lo que es la asociación (relación) entre las competencias y el uso de los servicios públicos o el estado de salud, y mucho más. Esto debería ayudar al Gobierno a tomar decisiones sobre la inversión en más educación, en el programa de formación, y ayudar a muchos proveedores de servicios sobre cómo planificar las actividades que tengan en cuenta el rango de distribución de competencias en la población.
- ¿Cómo funciona este sistema en las personas mayores?
Esta cuestión es muy importante para las personas de edad avanzada, es decir las personas mayores de 65 años o también con una edad menor. Por supuesto, algunas personas de edad avanzada se encuentran en buen estado de salud y tienen el dinero suficiente para mantenerse a sí mismos y vivir de forma independiente. Sin embargo, muchas personas mayores se enfrentan con muchos problemas que involucran asuntos matemáticos o estadísticos, esto es porque la gente ahora vive más tiempo, pero tienen que entender su salud financiera y médica, digerir o entender un montón de información cuantitativa y toman muchas decisiones que involucran números o probabilidades, o los riesgos y las estimaciones futuras de largo alcance. Esto no es fácil, no es fácil en ningún país y en Israel también se enfrentan a muchos desafíos. Justamente, nosotros tenemos una de las esperanzas de vida más altas del mundo, es decir, las personas viven más tiempo que en la mayoría de otros países. Sin embargo, la población de edad avanzada es muy diversa, muchas personas mayores no fueron durante muchos años a la escuela debido a las condiciones hace 50, 60 o 70 años, las cuales fueron muy difíciles. En algunos países hay gobiernos, agencias públicas u organizaciones de voluntarios, que comenzaron a ocuparse de la educación financiera, o la "educación para la salud" para la población en general. Pero a menudo, la gente tiene que aprender cosas por su cuenta. Muy a menudo miembros de la familia están involucrados en el cuidado o ayuda de las personas mayores, pero muchos de ellos tampoco tienen habilidades altas en esta matemática que estamos explicando, porque, de nuevo, hay una brecha entre lo que todos aprendimos en la escuela y lo que la vida requiere. Así que tenemos una gran tarea por delante para encontrar nuevas formas de llegar al público en general y de los ancianos, y ayudarles a mejorar sus habilidades matemáticas o cuantitativas, y otras habilidades funcionales. En la Universidad de Haifa tenemos varias personas que trabajan en áreas relacionadas con la educación para la salud y la educación financiera, incluyendo un nuevo programa destinado a la educación financiera para las personas mayores. Esperamos poder ampliar estos programas para que puedan llegar a mayor parte de la población y para realizar investigaciones a fin de encontrar formas de maximizar y mejorar el impacto de nuestros programas a través del tiempo.
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