Pareciera que ya todo ha sido dicho o escrito acerca del juicio a Eichmann, capturado por Israel en Argentina en 1960 y condenado a muerte luego de un juiicio justo hace ya 52 años. Sin embargo, la magnitud y repercusion de este hecho ha superado el paso del tiempo y no deja aun hoy de despertar polemicas. Esto es lo que sucedio hace un tiempo alrededor de un articulo del historiador Richard Bellin publicado en Jewish Rewiew of Books dedicado a la imagen y personalidad de Eichmann tal cual surge de su controvertida ideologia.
El articulo genero una polemica que llego al New York Times por parte de la investigadora Sheila Benjabib lo que genero foros de discusion.
Bellin preserva la idea original acerca de la argumentacion de Anna Arendt, presente en el juicio, acerca de la banalidad del mal que segun ella surgia del juicio a Eichmann. Muchos la acusaron de desamor y autoodio hacia la condicion judia.
El argumento central de Arendt, tal como lo retoma Bellin,es la afirmacion de los dichos de Eichmann que en su defensa se considero soloun pequeño engranaje en la maquinaria nazi de exterminio. Eichmann fue transformado por Arendt como un funcionario menor sentado detras de un escritorio y asociado,casi contra su voluntad,en el gigantesco proceso de destruccion industrializada de los judios desarrollandose cosas sin que de el dependiera nada.
Se trata de un argumento muy difundido en la historiografia alemana acerca de la segunda guerra mundial. Por ejemplo, cuando el historiador judio, Daniel Goldhaguen, difundio su conocido libro Verdugos Voluntarios de Hitler, Hans Mumzan, uno de los mas destacados historiadores alemanes, reacciono diciendo que " no es seguro hasta que punto los involucrados en el asesinato entendian lo que hacian" ( sic).
Bellin igualmente se baso en una biografia sobre Eichmann que se escribio en base a dialogos que Eichmann tuvo en la Argentina con un nazi de origen holandes y que fueron selectivamente y parcialmente dados a conocer solo en 1998.
Alrededor de estos dialogos hay un relato interesante ya que las entrevistas fueron realizadas para ayudar a todos los partidarios de la negacion del Holocausto.
Eichmann habia planificado desde su exilio en Argentina enviar una carta al canciller de Alemania Occidental, Konrad Adenauer, pidiendole y exigiendole que se arrepienta de hablar del " cercano y oscuro pasado aleman " debido a que " no fue tan oscuro. Solo que el reportero holandes se encontro con una paradoja ya que en sus intentos de desmentir el exterminio de los judios europeos, Eichmann manifestaba su pesar por no haber podido concretar el exterminio de toos los judios del mundo.
"Es muy dificil",dice Bellin, " decir que un hombre asi era solo un pequeño engranaje en una maquina destructora o desentenderse de su maldad tal como Arendt parece formularlo ".
Benjabib, por su parte,intenta defender a Arendt cuando ella sostiene que Bellin juzga tan duramente a Arendt casi mas que a Eichmann citando sus vinculos amorosos con el filosofo nazi Martin Heideguer.
La apasionante discusion entre los dos historiadores toma fuerza en la falta o no de capacidad pensante de Arendt,algo que esta le atribuiria a Eichmann.
Es importante para Benjabib puntualizar el distanciamiento extremo de Arendt de la personalidad y acciones de Eichmann a punto tal que termino apoyando su condena a muerte.
Desde la vision de Benjabib respecto a la banalidad del mal, no justifica el accionar del criminal genocida.
Bellin, por su parte, continua con su argumentacion acerca de que el exterminio de los judios europeos puede ser el mal absoluto o banal o las dos cosas a la vez.
En todo caso, sin entrar a discutir las diferentes visiones academicistas del hecho, tenemos la posibilidad de reveer un hecho historico que no se ha borrado de la conciencia humana y enfrentarnos con un tema que desde hace 52 años se niega a desaparecer.
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