Olga Degtiar dialogó con Comunidades días antes de un nuevo aniversario de la voladura de la mutual judía y nos contó acerca de la situación actual de la causa, los sentimientos ,a tan pocos días de una fecha que marcó sus vidas, y las repercusiones por el pedido de desafuero del ex presidente Menem.
- Cuénteme las sensaciones que tiene cuando se acerca un 18 de julio.
Es muy difícil describir. Se acentúan los sentimientos, pero para mi están día y día. Yo me despierto y lo primero que pienso es que tengo que estar un día más sin mi hijo, sin Cristian, cómo lo voy a enfrentar y qué es lo que tengo que hacer para seguir luchando dentro del grupo. Eso es lo que me mantiene activa de alguna manera. Los primeros tiempos fueron muy difíciles, y ahora es como que uno se compuso y aprendió a convivir con el dolor, pero está todos los días. Por supuesto que rememorar el 18 de julio mueve mucho, es como volver a vivir ese día tan terrible que nos cambió la vida. Ese día me quebró, sigo quebrada y va a seguir así el resto de mi vida y así lo quiero también, no quiero sentir que esto pasó y se terminó. Por eso activo, trabajo y lucho.
- Más allá de la justicia, los familiares también buscan que esto siga vigente por siempre en la memoria de los argentinos.
Nuestro lema es “Justicia y Memoria”. En este momento tengo que decir memoria y justicia, porque la justicia es muy lenta, y si sigue perpetrando la memoria, de alguna forma tenemos esperanzas que se llegue a la verdad. Nosotros intentamos que esto no se olvide, instalarlo continuamente en la mentalidad de la sociedad, pero no solamente como un hecho que le ocurrió a los judíos, sino que le pasó a la Argentina, y desgraciadamente tocó en una institución judía pero podría haber sido cualquier otro lugar. Lo importante y lo grave es que murieron 85 personas, se destruyeron 85 familias y existieron más de 200 sobrevivientes que llevan la herida a cuestas y tienen que seguir viviendo con eso.
En el décimo tercer aniversario del atentado, la comunidad judía estaba más que expectante para saber lo que sucedería con el pedido del fiscal Alberto Nisman para los presuntos involucrados en el atentado. Luego, el 8 de noviembre en la Asamblea General de la INTERPOL en Marruecos, se aprobaron las circulares rojas para los iraníes Alí Fallahijan, Mohsen Rezai, Mohsen Rabbani, Ahmad Reza Ashgari, Ahmad Vahidi y el libanés Imad Fayez Moughnieh.
- ¿Cómo repercutió en ustedes el trabajo del fiscal Nisman?
A partir del gobierno de Kirchner tuvimos una apertura diferente, se creó la Unidad de Investigación y con el fiscal Nisman se empezaron a encontrar irregularidades que justamente es lo que en poco tiempo va a ir a juicio. A pesar que pasaron 10 años, empezamos a encontrar la punta de un ovillo, y aunque la idea estaba que era Irán el país a nivel internacional, el fiscal pudo descubrir de dónde partía, quién había participado del atentado, en qué fecha se hizo, y cómo se organizó. Sentimos que todo empezaba a avanzar por un carril diferente de lo que había sido hasta ahora. Antes nos llevaban a todos los familiares de las narices, porque estábamos tan quebrados que nos vendían espejitos de colores, nosotros queríamos creer y nos enganchábamos. Ahora que tenemos un poco más de experiencia no siempre creemos lo que a lo mejor puede ser verdad. Estamos más incrédulos, tomamos distancia de las cosas y hasta que no las vemos realizadas no nos convencemos que es real. Fue importante lo que hizo Kirchner en las Naciones Unidas que le dijo al mundo qué era lo que pasaba y le pedía a Irán apoyo para que se levanten las circulares rojas, y después en Marruecos se pudo lograr. Eso nos alentó, pero tenemos que reconocer que es muy difícil que lo logremos. Sabemos que existieron iraníes que pasaron a Arabia Saudita (NdR: el ex presidente Rafsanjani y Mohsen Rezai, ex comandante de los guardianes de la Revolución iraní y actual Secretario del Consejo de Expertos de Irán), tienen inmunidad diplomática y no los pueden detener. O pueden tener documentos falsos y moverse por el mundo e INTERPOL no los va a detener.
- ¿Sin la colaboración de Irán es muy difícil?
Sin su colaboración no vamos a lograr detenerlos y no vamos a avanzar en esto. No lo van a hacer porque desde el presidente para abajo 8 o 9 personas son las que intervinieron en la organización del atentado, entonces de ninguna manera se van a involucrar ellos que son parte. Estamos satisfechos del hecho que INTERPOL haya levantado las alertas rojas, porque de alguna manera se les está poniendo un freno en su vida, no pueden tener la libertad de antes. Va a ser muy difícil detenerlos, muy difícil interrogarlos en nuestro país, porque Irán no va a ayudar y tampoco va a aceptar un país imparcial. Acá no solamente se cometió el atentado, se organizó y se financió. Fuimos como el país de prueba para nuevos que después ocurrieron en Londres y en España. La diferencia es que en esos países inmediatamente se logró saber la verdad y quiénes eran. En este país, el de la impunidad, todo se desvía, se cambia, se bifurca. Lo que sí debemos es avanzar en la conexión local, porque sabemos positivamente que si no hubiera existido una importante ayuda a nivel nacional no se hubiera podido realizar.
Uno de los acontecimientos más importantes en lo referente en la investigación en la denominada “conexión local” sucedió algunas semanas atrás cuando el juez federal Ariel Lijo ordenó investigar al ex presidente Carlos Menem y a su hermano Munir, por la supuesta protección a Alberto Kanoore Edul, quien fue investigado inicialmente en la causa, sospechoso de la denominada “pista siria”.
La medida tomada por Lijo, a partir de la denuncia del fiscal Alberto Nisman hizo que también queden procesados el ex juez Juan José Galeano, el ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy y los ex fiscales que participaron de la investigación.
- ¿Cómo les impactó a ustedes esta medida tomada por el juez Lijo?
Nosotros venimos pidiendo esto desde hace muchos años. En este momento el gobierno está pidiendo la detención de Menem, también como querellante. Es un aliciente, pero Menem está como senador y tiene inmunidad diplomática. Siempre se ampara y tiene protección. Si lo van a detener no va a ir a la cárcel porque tiene más de 70 años, y así van pasando los años y esta historia no tiene vuelta, no tenemos forma de revertirlo, de encontrar la verdad y que los culpables paguen. Queremos que todo aquel que haya intervenido de la forma más mínima en este atentado pague por ese delito. Si Menem lo cometió, no me importa el cargo que tenga, que pague en la cárcel.
- ¿Qué opina sobre quienes dicen que esto es una maniobra del gobierno o se hace para desviar la atención?
La opinión de cada familiar es individual, y lo que yo estoy diciendo ahora, pese a que soy parte de un grupo, también es personal. Pero nosotros estamos convencidos que Menem intervino en esto para desviar la investigación. No decimos que participó en la voladura de la AMIA, pero sí en desviar la investigación y en el ocultamiento, y además recibió dinero para que eso se haga. Comercializaron con la vida de nuestros muertos. Sabemos que esto se llevó a cabo porque no se entregó tecnología nuclear y esto fue en el gobierno de Menem. Primero fue un aviso con la voladura de la Embajada, y después el castigo más grande con la AMIA. Dos atentados en el mismo gobierno
- ¿Cree que a Galeano se le fue de las manos la causa?
No. Cuando él vino de Venezuela dijo “se van a caer de espaldas con lo que voy a decir”. Fue a la Quinta Presidencial, y no nos caímos de espaldas y no nos enteramos nunca lo que pasó. No hay inocencia. Creo que acá hubo gran parte de intencionalidad del gobierno de no colaborar para que esto se esclarezca.
- Con este nuevo proceso que se está dando con respecto a la conexión local, ¿se va a llegar a saber lo que pasó acá?
Se que a medida que pasa el tiempo las pruebas se van borrando, en la SIDE han desaparecido infinidad de legajos, se cambian firmas, se borran fechas. Es muy difícil, pero si pierdo las esperanzas tengo que bajar los brazos y dejar de luchar, y no puedo hacerlo.
Durante toda la entrevista Olga Degtiar, madre de Cristian quien falleció en la AMIA, reiteró constantemente el pedido de “memoria y justicia”. Esas dos palabras tan simples, pero a su vez tan complejas son el reclamo día y noche de los familiares y las víctimas que no cesarán hasta encontrar justicia en un atentado que “fue contra la Argentina”.
Por último, nos aclaró que este año el discurso va a ser muy fuerte y que espera que la sociedad no olvide lo que sucedió porque “si no nos unimos, no se reclama justicia y no pedimos todos para que en Argentina se termine la impunidad, esto puede seguir pasando” y pidió “que la gente no falte al acto y nos de su apoyo que lo necesitamos realmente para sentir que no estamos tan solos”.
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