El pasado 1-01-07 asumió como Secretario General de la ONU el coreano Ban Ki- Moon que sucede así a Kofi Annan luego de 10 años de liderazgo al frente de la controvertida organización. A Annan le tocó un decenio particularmente duro en un mundo signado por profundos cambios y constantes desafios. La irresuelta y polémica guerra de Irak divide al mundo y desvió la atención de recursos económicos y la atención a crisis regionales y graves problemas que hoy estallan. El aumento de la pobreza, una cada vez mas injusta repartición de la riqueza, miseria y exclusión social, la explosión del SIDA, deterioro del medio ambiente, cambios climáticos acelerados, agotamiento de recursos energeticos, desertificación de tierras, tala y deforestación, escacez de agua potable, contaminación ambiental y de agua dulce, proliferación de armas nucleares, nuclearización de regímenes extremistas (Irán, Corea del Norte) y el siempre cíclio e inestable Medio Oriente son parte de una larga lista de problemas a resolver. Hay una larga lista de conflictos militares globales y regionales de dificil resolución. Irán, Irak, Líbano, Afghanistan, Etiopía, Somalía, Israel y los palestinos, Sudán, Corea del Norte y la lucha internacional contra el terrorismo islámico son parte de ellos. Las distintas iniciativas de la ONU en muchos de estos conflictos han fracasado y habrá que explorar nuevas ideas. Desactivar estas crisis y otras será uno de los mayores desafíos para el nuevo secretariado. Sin embargo la ONU no debe limitarse a apagar incendios sino que también debe tener la función de guiar al mundo hacia un consenso global en torno a los graves problemas ambientales y políticos que el mundo enfrenta. En los próximos años la grave deforestación, el cambio climático, el crecimiento demografico y el deterioro ambiental pondrán en peligro la existencia de millones de seres humanos a la vez que pueden ser el detonante de nuevos conflictos militares y violencia social.
En lo que hace en particular al conflicto en Medio Oriente entre Israel y sus vecinos( palestinos,sirios y libaneses) la ONU debería tener una posición mucho más equilibrada en especial en lo que tiene que ver con los palestinos donde la estigmatización de Israel por defenderse del terrorismo palestino ha sido y es una constante en las resoluciones politizadas de la ONU muchas veces vetadas por EE.UU. En lo atinente al conflicto entre Hizbollah e Israel si bien la presencia de soldados europeos auspiciados por la ONU ha servido para interrumpir la guerra que Hizbollah desató con anuencia de Irán y Siria, la ONU ha dejado pasar por alto el permanente contrabando de armas hacia el Hizbollah vía Siria lo mismo que otra violación a la resolución 1701 que es la detención ilegitima de los soldados israelíes secuestrados en el Líbano y que Hizbollah no sólo que no ha liberado,contradeciendo la resolución al igual que su falta de desarme, sino que ni siquiera da señales humanitarias acerca de su salud.
La ONU tiene una muy larga historia de resoluciones politizadas y totalmente pro-árabes y antiisraelíes. Esta nueva administración tendría la posibilidad de colaborar con un mejor Medio Oriente si tomara una posición de ecuanimidad y se apresurara a poner límites al Hizbollah e Irán los dos graves factores de perturbación regional y parte de los nuevos desafios que el secretariado entrante no debiera eludir.
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