Javer ani sojer" Decía Itzjak Rabin, Amigo yo recuerdo digo yo. Recuerdo mis libros de texto donde se hablaba de la esclavitud de mi pueblo en Egipto, del exilio de babilonia, del intento de helenizar nuestra fe, de la masacre romana a comienzos de esta nueva era, de la inquisición española, de los cosacos en Polonia, de los pogroms en Rusia, la shoa en Europa y después de tantos años de agonía vislumbro en 1948 la creación de un estado que supuestamente terminaría con todas esas angustias. Pero entonces ahí empiezo a recordar, la guerra de la independencia, la guerra de los 6 días, la guerra de Yom Kipur, el secuestro de aviones, autobuses en llamas, 2 intifadas, el atentado a la embajada de Israel en nuestro país y también recuerdo lo único que me toco vivir, un gran estruendo que resonó en mi casa una mañana en mis vacaciones de invierno de 1994.
Con tanta memoria no puedo hacer oídos sordos a dichos de líderes populistas que llevan a muchos, sin fundamentos ni conocimientos, a negar la existencia de nuestro estado como tal.
No puedo hacer oídos sordos a los terroristas que se inmolan en nombre de Dios.
No puedo hacer oídos sordos a diarios que muestran una sola cara del conflicto armado.
No puedo hacer odios sordos a miembros de nuestro pueblo que hacen caso omiso a la necesidad de unidad como pueblo.
Ser pacifista en tiempos de guerras es muy fácil, correr la mirada y no querer ver lo que pasa en Medio Oriente es más fácil aun y discutir entre nosotros es aún mas sencillo.
"Si los hermanos se pelean los devoran los de afuera" decía José Hernández, dejemos de lado nuestras diferencias digo yo.
Podemos ser críticos con las medidas adoptadas por un gobierno Israelí.
Pero no nos podemos dar el lujo de quitarle nuestro apoyo al único estado que nos representa como pueblo.
El conflicto con el Hezbolla aparentemente se calmo, pero se que no faltará mucho para que otro episodio bélico se suscite.
Seré ingenuo pero hay tantas cosas que no entiendo y espero que algunos de ustedes puedan evacuar alguna de mis dudas.
¿Cómo puede ser que partidos y agrupaciones de Izquierda, Ateos en su concepción reivindiquen una guerra en nombre de dios?
¿Cómo puede ser que periodistas e intelectuales de nuestros tiempos formados en grandes escuelas de literatura, no sepan usar de manera correcta la palabra GENOCIDIO u EXTERMINIO?
¿Cómo puede ser que en nuestro país y sujeto a las leyes anti racistas y xenofobicas, se encuentren por doquier pintadas agresivas y cargadas de odio hacia nuestro pueblo y que nadie se haga responsable de su limpieza?
¿Cómo puede ser que los embajadores y presidentes de toda la comunidad internacional se estrechen manos con un presidente que llama a borrar del mapa a un estado soberano?
¿Cómo puede ser que la comunidad internacional critique a Israel de estado agresor cuando el derecho internacional avala la defensa soberana de los estados?
¿Cómo puede ser que la UE luego del real exterminio de Kosovo en los 90, pueda decir sin pelos en la lengua que Israel no debería haber invadido el Líbano?
Luego de tantas preguntas sin respuesta y tantos recuerdos que me lastiman; no puedo entender como en cada acto en pos del apoyo a Israel y a la paz van ente 100 y 5.000 personas, cuando la comunidad judía en Buenos Aires supera ampliamente ese numero. Sin importar el lema de la marcha, la causa es una, la supervivencia de Israel como estado judío.
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