CORREO DE LECTORES
Señores Dirigentes de la Comunidad Judía en la Argentina y Comunidad Judía en general:
Consideramos necesario reflexionar respecto de la Educación Judía en Argentina.
El rol del moré como transmisor de la lengua hebrea, de los valores que fundamentan al judaísmo y las vivencias de las tradiciones y costumbres judías, se ve amenazado por la situación que estamos atravesando. Cada vez hay menos Morim. Cada vez son menos los jóvenes que eligen la docencia como medio de vida y realización. Cada vez son más los Morim que abandonan la docencia para dedicarse a otras tareas. De aquí se desprende que poco a poco estamos perdiendo el caudal de gente que siempre fue modelo por su excelente nivel académico, del que la Comunidad argentina se sintió orgullosa.
Mundialmente es reconocido que la red escolar judeo – argentina es la mayor de la diáspora. Abarca a todos los establecimientos educativos del país, jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias e institutos terciarios.
Del jeder de los orígenes de la comunidad, se evolucionó a modernas escuelas durante la década del 30; en 1940 se creó el Seminario de Maestros Judíos; en 1945 el Instituto Superior de Estudios Religiosos Judaicos y en 1949 la Midrashá Haivrit que se convirtió en la Mijlelet Shazar bajo la supervisión de la Universidad de Tel Aviv. Estos institutos surgieron para proveer docentes para nivel primario y secundario, lográndose de esta manera un total autoabastecimiento.
Este autoabastecimiento fue único en la vida judía de la diáspora, pues con el gran desarrollo de las escuelas, el plantel profesional evolucionó con la progresiva incorporación de maestros y profesores formados en Argentina y que se capacitaron en Israel y en cursos locales. Docentes argentinos se desempeñan hoy en día en toda Latinoamérica y en Israel, ocupando en muchos casos cargos directivos o de profesores universitarios.
La Kehilá siempre consideró como uno de sus deberes capitales velar por la continuidad judía, entendiendo que la educación es el pilar central para ese objetivo. Por eso es necesario que jerarquice el rol del docente judío, que fomente y aliente la actividad pedagógica. Es importante que los dirigentes de la comunidad tomen conciencia de esta problemática y promuevan medidas para modificarla, que haya un organismo dependiente de AMIA que regule los salarios de los Morim, ya que hoy en día, cada institución lo hace de acuerdo con sus posibilidades y su criterio.
La escuela integral se creó para permitir la continuidad de la educación judía, ya que las escuelas piloto, se habían transformado en una traba. Hoy en día, convivimos en una misma institución, docentes del área oficial y del área judía con las mismas obligaciones. Algunas instituciones entendieron que correspondía abonar a todos los docentes con el mismo criterio de acuerdo al aumento que decretó el gobierno. Otras en cambio, establecieron diferencias. Ambos grupos respetaron la ley. Sin embargo el error parte de la calificación de la tarea. Tanto los docentes del área oficial como los del área hebrea, somos maestros a cargo de grado. Los docentes del área judía, con dos grados a cargo en muchos casos, no somos extra programáticos como se pretende calificar y diferenciar en algunas escuelas. Somos tutores de nuestros grupos, permanecemos en los recreos junto a nuestros alumnos, participamos de reuniones con padres y festejos fuera del horario escolar, confeccionamos boletines e informes, planificamos actividades y evaluamos, al igual que los docentes oficiales.
La ley de igualdad salarial requiere que todas las personas reciban igual pago por igual trabajo en el mismo establecimiento. No es necesario que las tareas sean idénticas, sino que deben ser sustancialmente iguales. Es el contenido y no los títulos, lo que determina si los trabajos son sustancialmente iguales.
No es justo pagar salarios desiguales a personas que realizan tareas que requieren igual habilidad, esfuerzo y responsabilidad y que se realizan bajo condiciones laborales similares dentro del mismo establecimiento.
Solicitamos a la Comunidad que analice la situación e implemente, a la brevedad, medidas tendientes a mejorar la situación del docente judío y asegurar la continuidad de la educación judía en la Argentina. De lo contrario se favorecerá el proceso de migración docente, el cual va cada vez en aumento, con un final previsible: la asimilación.
A la espera de una respuesta favorable a nuestro pedido, nos despedimos con nuestro tradicional Shalom.
Morim del área judaica de la Escuela J. N. Bialik de Villa Devoto
morimbialikdevoto@yahoo.com.ar
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