Moshe Inbar, Director del Departamento de Geografía de la Universidad de Haifa ,habló con Comunidades durante su visita a la Argentina, acerca de los cambios climáticos y del serio problema de las sequías y el agua en Israel.
Especialista en su área y estudioso de los cambios climáticos, el profesor Moshe Inbar pasó por nuestro país ,gracias a la colaboración de los Amigos de la Universidad de Haifa, y dio conferencias acerca de los problemas actuales en Israel y Medio Oriente por la falta de agua.
En una charla exclusiva con Comunidades, nos contó todos los cambios de los últimos años, el fenómeno de las sequías que nunca golpearon tanto a Israel y la posibilidad de futuros cortes de agua.
¿Cuál es el problema climático más acuciante en Israel?
Hemos terminado este invierno de Israel, que finalizó con la época de lluvias en abril, con el quinto año consecutivo con precipitaciones menores a la media, que prácticamente no ha ocurrido en la historia de las mediciones, desde 1850 en Jerusalén. Este es el tercer periodo consecutivo en los últimos 20 años. Tuvimos uno en la primera guerra de Irak, en 1990/91, otro gran período de sequía fue en 1999, 2000 y 2001, y desde el 2004 hasta ahora estamos nuevamente en período de bajas precipitaciones.
¿Cómo se manifiesta?
En el bajo nivel del lago Kneret que llegó a sus niveles mínimos que no se recuerdan en los últimos 150 años, y en que hay menos agua para los diferentes consumos. Por ahora no se reduce para el doméstico, aunque hay propagandas para que se consuma menos. Ahora está restringido el uso para irrigación de jardines.
¿Por qué se dan estas sequías?
Hay dos posibilidades: que es una fluctuación cíclica natural, periodos con menos agua y otros con más precipitaciones. La otra es que sea una consecuencia del calentamiento global. En los últimos 100 años la temperatura media aumentó en medio grado y en la década de los 90 tuvimos las temperaturas más altas en Israel y en todo el hemisferio norte. Nunca hemos tenido periodos consecutivos tan bravos de sequías y realmente es un problema.
¿Cuál es el impacto hacia el medio ambiente?
Muchísimo. Las reservas naturales hay que irrigarlas, no viven sólo de agua de lluvia, pero como hay muchos factores que necesitan esa agua, no siempre se le da cantidad de agua necesaria. Manantiales o zonas acuáticas están con bajos niveles. Esa reserva o lago natural este año va a sufrir, sus plantas y árboles van a morir y no quisiéramos que sea así.
¿Y el impacto económico?
Hay dos puntos económicos muy importantes. Uno de ellos es que baja la producción agrícola, el 25 por ciento de la producción de Israel es irrigada, y al no tener suficiente agua se irriga menos y la producción baja. Muchas veces los precios de exportación equiparan la perdida de la cantidad de exportaciones, entonces el daño no es tanto. Pero este año se ha reducido la exportación de las flores y verduras especiales, que Israel en invierno es prácticamente el principal exportador para Europa. El segundo gran problema es que hemos construido y se están construyendo plantas de desanilización que hoy en día producen el 10 por ciento del total del recurso, y en 3 años vamos a llegar al 35 o al 40 por ciento, es decir 400 millones de metros cúbicos. Así sería el primer país que produce la mayor cantidad de agua desalinizada.
¿Cuáles ve que son las nuevas tendencias que se utilizan por este problema climatológico y cuáles son las soluciones para la escasez de agua?
La solución inmediata es ahorrar o un uso más eficiente. Hay programas educativos y se promueve el ahorro. El uso medio de agua por día de cada individuo en Israel son 300 litros, que su mayoría son para bañarse y en el inodoro. Se puede ahorrar gran parte de esa agua si se bañaran menos minutos, entre un 10 y 20 por ciento, que son cantidades considerables. Esa sería una solución inmediata y este año tendríamos más agua y menos consumo. Un segundo tema es eficiencia: en las cañerías se pierde entre un 10 y 20 por ciento porque son viejas en parte, no mantenidas, y tendrían que cambiarlas en donde hay mayor pérdida de agua. Si se pone menos presión en las casas, sobre todo en el inodoro, habrá menos consumo. Eso no molesta a la vida diaria y se ahorran millones de metros cúbicos. Otras soluciones, además de la desanilización, es el reciclaje de agua, que es cambiar el agua potable para agricultura por reciclada. Israel es el país que usa el mayor porcentaje de agua reciclada, hoy en día un 20 por ciento del total del uso doméstico se recicla y quiere llevar hasta un 60 o 70 por ciento. Es costoso, pero es la única solución, ya que no se puede llevar el agua de desagüe al mar, porque lo contamina y está en contra de convenios, tampoco a los causes porque va a contaminar los acuíferos, y la única solución es purificarla e irrigar. Así, las dos partes se van a beneficiar: la agrícola porque va a tener agua, y la solución de qué hacer con las aguas sucias.
- ¿Cuáles son los manejos políticos del agua del gobierno Israelí?
La división de aguas hace 20 años pertenecía al Ministerio de Agricultura. El agricultor era el que resolvía que decidía que se hacía con el agua. Hoy en día pertenece al Ministerio de Recursos Básicos que resuelve que cantidad de agua se da al sector industrial, al agrícola y al doméstico. Por ahora no hay restricción al doméstico: la población crece entre un 2 y 3 por ciento por año, el nivel de vida aumenta, hay más hoteles, más turismo, y cualquiera que abre la canilla tiene agua las 24 horas. No es así en la capital de Jordania, que tiene 2 millones de habitantes y tiene 2 días por semana al verano de agua, lo mismo que en Damasco.
- Hoy en día a las familias no se les prohíbe el consumo de agua, ¿cree que si las sequías continúan se puede llegar a eso?
Si no fuera por las lluvias de febrero este año, en el verano tendríamos cortes de agua y no estoy seguro que no vaya a haber cierto límite. Puede ser que haya cortes, que no haya suficiente agua para abastecer. Pero un corte de una noche o dos por semana molesta a la gente.
- ¿Cómo se trata este tema con los palestinos?
Ellos tienen sus propios pozos de agua, y según los acuerdos no tendrían que perforar nuevos pozos, pero lo hacen en forma ilegal. El agua subterránea de ellos llega a Israel, y el acuerdo es que sin permiso ellos no pueden perforar, por otra parte, cierta zona recibe del sistema de Israel agua para consumo y todo eso está regulado.
- ¿Cuáles son los estudios actuales que están realizando y cuáles cree que son los indicados?
Uno de los temas es el de la lluvia artificial, bombardear las nubes en épocas de lluvia con cristales que eso provoca la condensación del vapor de las nubes en cristales de hielo, que después caen como lluvias. Se creyó que con eso íbamos a solucionar todos los problemas y no es así. Después de 30 años de investigación se llega a la conclusión que no ayuda y no llueve más por ese proyecto. No hay duda que habrá dos grandes fuentes: la desanilzación y el reciclaje del agua, esa va a ser la solución.
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