El Mar Muerto, (llamado en hebreo Yam ha melaj, "Mar Salado"), es un lago que se encuentra entre Israel y Jordania. Lleva este nombre porque nada puede vivir en él, debido a la extrema salinidad de sus aguas que contienen seis veces más sal mineral que las del océano.
Está situado a 400 metros bajo el nivel del mar, y su profundidad pasa de los 300 metros. El río Jordán desemboca en él, al igual que muchos riachuelos que descienden de los montes que lo rodean. A pesar de que ningún río sale del lago, este no se desborda debido a la constante e intensa evaporación de sus aguas, que dejan sus minerales disueltos en el Mar, contribuyendo así a su salinidad.
Los minerales hacen que el agua del Mar Muerto sea muy denso, lo que permite a las personas flotar fácilmente. (Los historiadores cuentan que las tropas romanas que rodeaban a los rebeldes refugiados en Masada solían arrojar al Mar Muerto a sus prisioneros judíos, con las manos amarradas, para ver como flotaban).
El Mar Muerto es hoy un centro turístico, con grandes hoteles, modernos y elegantes, visitado anualmente por decenas de miles de turistas, muchos de los cuales vienen para curarse de soriasis, atraídos por la fuerte radiación solar, la atmósfera enriquecida con oxígeno, la sal del lago, y su barro lleno de minerales.
También es un importante centro industrial productor de potasio y otros minerales que se exportan a numerosos países.
El problema del Mar Muerto es que sus agua se están retirando y está disminuyendo de tamaño. Esto ocasiona que sus orillas sufran erosión, y que el agua dulce de los riachuelos penetre las capas mas profundas del lago, lo cual debilita su suelo, causa derrumbes internos, cráteres y aumenta la posibilidad de terremotos. El proceso comenzó hace ya más de un siglo, pero el problema se ha agudizado desde la década de los 60.
Entre las soluciones sugeridas está construir un canal desde el Golfo de Eilat, o desde el Mar Mediterráneo, para traer mayores cantidades de agua. Previamente habría que estudiar el impacto de esta agua en la geología de la región y en la industria del turismo.
Los hoteles han sido construidos en áreas donde el mar se ha retirado, y si el lago sube a su nivel original, los huéspedes de los hoteles tendrán que usar botes en el lobby. Mover los hoteles a zonas mas altas implica un gasto inmenso al cual se oponen los dueños de los hoteles, quienes añaden que distanciar los hoteles del lago imposibilitaría a los turistas entrar directamente del hotel al agua.
Cualquiera que sea la solución, su costo sería de varios miles de millones de dólares.
David Mandel, Israel
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