El Colegio Wolfsohn es la más antigua de la instituciones educativas judías del barrio de Belgrano. Su fundación data de 1906 y hoy, próximo a cumplir los primeros 100 años de vida, está viviendo una etapa de cambios que bien pueden ser considerados refundacionales.
Después de un largo período de incertidumbre, donde el esfuerzo de muchos no alcanzó para salvar institución, las COSAS empiezan a ponerse en orden a nivel económico y se vislumbra un futuro mejor.
Atentos a la realidad de la propuesta educativa nos encontramos con el Especialista en Educación Prof. Gustavo Dvoskin, Director General del Colegio, quien anteriormente a esta gestión se desempeñaba como Coordinador de Informática del Colegio Pestalozzi y Director de la Orientación Informática de la Escuela Técnica ORT 2
¿Qué objetivos propone la escuela?
Queremos formar personas, que conozcan y sepan transmitir los valores esenciales de nuestro pueblo y nuestra tradición. Esto significa darles las herramientas que les permitan pensar con libertad, con criterio, a sabiendas de lo que se espera de un joven judío en 2005. Que entiendan que estas cualidades son básicas para la vida solidaria y en comunidad y que se construyen a través del conocimiento de los principios que han guiado a nuestro pueblo durante 3000 años.
¿Nos podría detallar la propuesta y cómo se relaciona Jabad con ella?
La propuesta es ofrecer una escuela que acerque a nuestros niños a las más altas posibilidades académicas. Paralelamente y con igual sentido de profundidad, nos proponemos sembrar en los alumnos el amor por el judaísmo, transmitiéndoles los conocimientos y las vivencias de nuestra Torá, cultura e historia.
El inglés y el hebreo, la literatura, la Torá, la ciencia y la informática son pilares de nuestros programas que, a su vez, son el resultado de un trabajo conciente y profundo de planificación.
Estamos ofreciendo a la comunidad una propuesta nueva, donde cada espacio de trabajo, cada rincón, aula o laboratorio cuente con las mejores herramientas. No queremos ser una escuela más, sino una institución que se distinga. Como dice el Rabino Tzvi Grunblatt, “que todo sea de primera”.
Imaginamos un perfil de egresado con potencialidad para enfrentar en el futuro cualquier proyecto, tanto desde la enseñanza oficial como religiosa.
Todo esto es posible gracias a la familia Tabacinic de USA, que permitió transformar una situación de quiebra en una extraordinaria oportunidad.
Efectivamente, la llegada de Jabad a Wolfsohn ha sido la puerta de entrada a esta nueva posibilidad de desarrollo educativo, entendiendo que hay una gran población que tiene el derecho de pensar un proyecto de escuela más exigente, con mejoras curriculares, tecnológicas, etc., acordes con la demanda de nuestro tiempo y que a su vez quiere para sus hijos, un judaísmo con mayor “sustancia”, como Jabad puede transmitir.
El proyecto y la colonia Morashá Jabad han demostrado ampliamente como Jabad puede transmitir el mensaje judío a la “gran” población judeo-argentina no religiosa. Jabad, preocupado por la galopante asimilación, entiende que este proyecto es una propuesta válida para la gran masa judía.
Es fundacional de este proyecto la idea de la inclusión de todos los integrantes de la comunidad. Sabemos que las crisis de los últimos 15 o 20 años han alejado a muchos de nuestros niños de las escuelas comunitarias.
¿Como se manifiesta esa renovación?
En primer lugar estamos haciendo refacciones edilicias muy importantes. Tanto el edificio del Jardín de Infantes como el de la Escuela Primaria están siendo reciclados a nuevo, ya sea por tener sectores en mal estado o por la necesidad de adecuarlos a los programas y contenidos que conjuntamente vamos actualizando.
En estos días los laboratorios de informática, de ciencias naturales, bibliotecas y lo más avanzado de las nuevas tecnologías se presentan como recursos indispensables en una propuesta de excelencia académica; todo esto formará parte de la escuela.
Hemos incorporado personal muy idóneo, con experiencia en otras instituciones de mucho prestigio en el ambiente educativo. Aportamos, para el Ciclo Inicial, la experiencia realizada en el jardín artesanal Meorot, de la que estamos orgullosos por su toque único y especial. La proporción de horas de adultos en relación a la cantidad de niños se ha visto fuertemente aumentada; sólo en el área de inglés hemos elevado en un 300% el tiempo de coordinación.
¿Podemos decir que Wolfsohn será una escuela religiosa?
El Colegio Wolfsohn siempre ha sido una institución de la comunidad judía. Alberga un templo donde históricamente se han celebrado y se siguen celebrando el Kabalat Shabat cada viernes y gran parte de las fiestas.
Tal vez, sería justo afirmar que este será un lugar donde todos y cada uno de los integrantes de la comunidad, independientemente del grado de observancia que tengan de la religión, se sientan cómodos. Que cada familia tenga la libertad de elegir y respetar. Simbólicamente, esta escuela es un espacio donde podrán caminar juntos un niño con kipá y otro sin ella.
¿Cuáles son las expectativas para 2005 y para el futuro mediato?
Sabemos que tenemos un gran examen que aprobar en este ciclo lectivo 2005. No ignoramos lo ardua que será nuestra tarea, pero no dudamos en la calidad profesional de nuestros directores, docentes y personal en general.
Estamos trabajando para tener, en un futuro no muy lejano, una escuela con aproximadamente 350 alumnos, con dos divisiones por grado, y un jardín de infantes que albergue 250 niños.
Estamos convencidos que los primeros pasos han sido muy auspiciosos y confiamos plenamente en poder transitar los siguientes con las mismos resultados.
|
|
|
|
|
|
|
|
