En sus discursos, en especial en el pronunciado en la Universidad de Columbia, Mahmoud Ahmadinejad repite dos mitos acerca del holocausto. Cualquier persona razonable sabe que el primero es una mentira total: esto es que el holocausto no ocurrió. El segundo mito, sin embargo, es uno que mayormente escapa a la atención crítica, porque mucha gente no está enterada de su falsedad. El mito es que el pueblo palestino y su liderazgo no tuvieron absolutamente nada que ver con el holocausto. La conclusión que se supone se deriva de este "hecho" es que el establecimiento de Israel después del genocidio nazi del pueblo judío fue injusto para los palestinos. Esta es la forma en que Ahmadinejad lo estableció en su charla en Columbia:
"...Dado este evento histórico, si es una realidad, necesitamos preguntar si el pueblo palestino debería pagar por ello... El pueblo palestino no cometió ningún crimen. No jugaron ningún papel en la segunda guerra mundial."
Estas afirmaciones acerca del papel de los palestinos son demostrablemente falsas. La verdad es que el liderazgo palestino, apoyado por las masas palestinas, jugó un rol significativo en el holocausto de Hitler. En esa época el líder palestino era Hajj Amin al-Husseini, el Gran Mufti de Jerusalem. Como lo ha reconocido el Profesor Edward Said:
"Hajj Amin al-Husseini representaba el consenso nacional de los árabes palestinos, tenía el apoyo de los partidos políticos palestinos que funcionaban en Palestina y, de alguna forma, era reconocido por los gobiernos árabes como la voz del pueblo palestinos."
Husseini era "líder nacional palestino" y fue en esa capacidad que efectuó su notoria alianza con Hitler y jugó un papel activo en la promoción del holocausto. Aquí está la verdadera historia que Ahmanidejad trató de hacer un mito.
Poco después de que Hitler llegó al poder, El Gran Mufti decidió emularlo. Le informó al cónsul alemán en Jerusalem que "los musulmanes, dentro y fuera de palestina, dan la bienvenida al nuevo régimen de Alemania y tienen esperan que el sistema gubernamental fascista antidemocrático se extienda a otros países." En un esfuerzo para traerlo a su propio país, Husseini organizó los "Scouts nazis", basándose en la "Juventud hitleriana". La svástica se convirtió en un símbolo bienvenido entre muchos palestinos.
La segunda mitad de los años 30 estuvo marcada por los esfuerzos árabes por reducir la inmigración y los esfuerzos judíos para rescatar tantos judíos como fuera posible de la Europa de Hitler. Estos años estuvieron también marcados por la escalada de violencia musulmana orquestada por Husseini y otros líderes musulmanes. En 1936, el terrorismo árabe tomó una nueva dimensión. Al comienzo, los objetivos eran otra vez civiles judíos indefensos en hospitales, cinematógrafos, viviendas y comercios. Esto fue seguido por huelgas y cierre de comercios y después por bombas a oficiales británicos.
El régimen nazi de Alemania y los fascistas italianos apoyaron la violencia, enviando "millones" al Mufti. La SS, bajo el liderazgo de Heinrich Himmler proveyó apoyo, tanto financiero como logístico, para los pogroms antisemitas en Palestina. Adolf Eichmann visitó a Husseini en Palestina y, subsecuentemente, mantuvo contacto regular con él. El apoyo fue mutuo, como lo señaló un comentarista árabe:
"Sintiendo el azote de la presión e influencia judías, los árabes simpatizan con los nazis y fascistas en su agonía y sufrimiento en las manos de las intrigas y presión financiera internacional judías."
Los palestinos y sus aliados árabes eran cualquier cosa menos neutrales acerca del destinos de la judeidad europea. El funcionario líder de los palestinos, Hajj Amin al-Husseini, pasó los años de guerra en Berlín con Hitler, sirviendo como consultor en la cuestión judía. Husseini posó con Hitler en una famosa fotografía que era orgullosamente exhibida en las casas de muchos palestinos. Fue llevado en un tour a Auschwitz por Himmler y expresó su apoyo al asesinato masivo de los judíos europeos. También pidió "resolver los problemas del elemento judío en Palestina y en otros países árabes" empleando "el mismo método" que se usaba "en los países del Eje". No estaría satisfecho con los residentes judíos de Palestina ... muchos de los cuales eran descendientes de judíos sefardíes que vivían ahí desde hacía cientos, y aún miles, de años ... permaneciendo como una minoría en un estado árabe. Como Hitler quería deshacerse de "hasta el último judío". Como Husseini escribió en sus memorias:
"Nuestra condición fundamental para cooperar con Alemania era mano libre para erradicar hasta el último judío de Palestina y del mundo árabe. Le pedí a Hitler un compromiso explícito de permitirnos resolver el problema judío de manera conveniente a nuestras aspiraciones nacionales y raciales y acorde con los métodos científicos innovados por Alemania en el tratamiento de los judíos. La respuesta que obtuve fue: "Los judíos son vuestros"".
Aparentemente, el Mufti planeaba retornar a Palestina en la eventualidad de una victoria de Alemania y construir un campo de exterminio cerca de Nablus, tomando como modelo Aukschwitz. Husseini incitaba a sus seguidores pro-nazis con las palabras "Levantaos, oh hijos de Arabia. Luchad por vuestros sagrados derechos. Sacrificad judíos ahí donde los encontréis. Su sangre derramada agrada a Alá. Ello salvará nuestro honor". En 1944, una unidad de comando árabe-alemán, bajo la jefatura de Husseini, llegó en paracaídas y envenenó las fuentes de agua de Tel Aviv.
Husseini también ayudó a inspirar un golpe pro-nazi in Irak y a la organización de miles de musulmanes de los Balcanes en unidades militares conocidas como Divisiones Handselar que cometieron atrocidades contra judíos yugoslavos, serbios y gitanos. Después de una reunión con Hitler, registró lo siguiente en su diario:
El Mufti: "Los árabes son amigos naturales de Alemania ... Por lo tanto están preparados para cooperar con Alemania con todo su corazón y listos para participar en una guerra, no sólo negativamente a través de actos de sabotaje e instigación a revoluciones, sino también positivamente con la formación de una Legión Árabe. En esta lucha, los árabes se esfuerzan por la independencia y la unidad de Palestina, Siria e Irak...
Hitler: "Alemania está resuelta a reclamar, paso a paso, a una nación Europea tras otra a resolver su problema judío y, en el debido momento, dirigir similar pedido también a las naciones no europeas... El objetivo de Alemania será entonces sólo la destrucción del elemento judío que reside en la esfera árabe bajo la protección del poder británico. En el momento en que las divisiones de tanques y los escuadrones aéreos de Alemania hagan su aparición al sur del Cáucaso, el llamado público requerido por el Gran Mufti podrá expandirse por el mundo árabe".
Es justo concluir que el funcionario líder de los musulmanes en Palestina, Hajj Amin al-Husseini, fue un completo criminal de guerra y así fue declarado en Nuremberg y reclamado por Yugoslavia como criminal de guerra después de la guerra. Se escapó a Egipto donde se le dio asilo y donde ayudó a organizar a ex nazis y simpatizantes nazis contra Israel.
Es justo también decir que las simpatías y apoyo de Husseini se expandieron entre sus seguidores palestinos, que lo consideraron como un héroe aún después de la guerra y de la revelación de su papel en las atrocidades nazis. De acuerdo a su biógrafo, la popularidad de Hajj Amin al-Husseini entre los árabes palestinos y al interior de los estados árabes se incrementó más que nunca, realmente, durante su período con los nazis,,, (porque) gran parte del mundo árabe compartía esta simpatía con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
No fue un mero odio al sionismo lo que animó su apoyo a la ideología nazi. "El odio a los judíos (del Gran Mufti)... era insondable y él le dio completa vía libre durante su período de actividad a los nazis (octubre de 1941-mayo de 1945)". Sus discursos en la radio de Berlín eran antisemitas hasta el tuétano: "Matad judíos ahí donde los encuentren... esto agrada a Dios, a la historia y a la religión". En 1948, El Consejo Nacional Palestino eligió a Husseini como su presidente, aún cuando todavía era un criminal de guerra requerido que vivía asilado en Egipto. En realidad, Husseini es todavía reverenciado entre muchos palestinos como un héroe nacional. El presidente Yasser Arafat, en una entrevista que se llevó a cabo en 2002 y publicada en el diario palestino Al-Quds el 2 de agosto de 2002, llama a Hajj Amin al-Husseini "nuestro héroe", refiriéndose al pueblo palestino. Arafat también se jactaba de ser "uno de sus soldados", aún sabiendo que era "considerado un aliado de los nazis". (¡Si hoy en día, un alemán llamara a Hitler "nuestro héroe" sería, apropiadamente, etiquetado como neo-nazi!).
Por lo tanto, es un mito –otro mito perpetrado por el hacedor en jefe de mitos de Irán- que los palestinos no jugaron "ningún papel" en el holocausto. Considerando el apoyo activo por parte del liderazgo y de las masas palestinas a la parte perdedora en la guerra genocida, fue más que justo que las Naciones Unidas ofrecerles un estado propio en más de la mitad de la tierra arable del mandato británico. ¡Los alemanes de los Sudetes obtuvieron muchísimo menos!
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